Nacionales | 24 Oct Más de 600 jinetes iniciaron ayer en la localidad de Paso de los Carros, departamento de San José, una marcha de 14 días que recreará el Éxodo del Pueblo Oriental, en el marco de las celebraciones por el bicentenario del inicio del proceso de emancipación de España. El presidente José Mujica y varias autoridades nacionales participaron del inicio de la marcha del Bicentenario.
Bajo un cielo plomizo, hombres, mujeres y niños a lomo de caballo comenzaron en el mediodía a recorrer los 536 kilómetros que los llevarán hasta el Ayuí, en el límite con Argentina y a donde está previsto que lleguen el sábado 5 de noviembre. El recorrido, similar al realizado hace 200 años por el pueblo oriental, atravesará varios centros poblados, desde pequeñas localidades a capitales departamentales: Ismael Cortinas, Paso de los Carros, Palmar, Escuela Kennedy, Young, Paysandú y Salto. En cada una de estas llegadas se realizará un desfile y una fiesta de bienvenida con espectáculos y actividades recreativas.
“Más de 350 marcheros van a hacer todo el recorrido”, mientras que otros se sumarán en algunos tramos del camino, dijo a la AFP Omar Coronel, oriundo de Fray Bentos y miembro de la comisión organizadora que hace seis meses que prepara la marcha. A diferencia de quienes marcharon 200 años atrás, a menudo quemando sus casas y recorriendo el duro camino a pie, esta vez los voluntarios contarán con el apoyo logístico del Ejército Nacional, que brinda las carpas donde dormirán y las cocinas de campaña donde no faltarán víveres y animados fogones por las noches.
“La Redota no la podemos festejar”, observó Coronel. No se puede “festejar el sufrimiento, la desgracia, el dejar todo, muchas veces el alcanzar la muerte. Pero sí hay que festejar todo lo que aquellos hombres, mujeres, niños, aquel Ejército logra: ese sentimiento que nos identifica frente a todas las culturas del mundo. Es el mismo sentimiento que hoy nos une para hacer una mirada al pasado y encontrarnos para recrear ese trayecto”, destacó. “Hacemos esto porque somos respetuosos de nuestro pasado y no podíamos dejar pasar una fecha tan importante para el país. Nos une el mismo sentimiento que unió a aquellas familias hace 200 años: marchar detrás de la bandera artiguista”, añadió.
Siguiendo caminos secundarios, los jinetes recorrerán en un 90% el camino original de La Redota, a un promedio de 40 kilómetros por día, lo que equivale a unas seis horas de marcha diaria, dijo Coronel.
En su primera parada, poco después de partir, los jinetes fueron recibidos en una escuela rural a la que llevaron de obsequio una minibiblioteca y donde plantaron un ibirapitá, conocido como “el árbol de Artigas”.
El ministro de Educación y Cultura y presidente de la Comisión del Bicentenario, Ricardo Ehrlich, destacó que este 23 de octubre es una fecha importante en la historia de nuestro país, ya que recuerda el inicio de la larga marcha de un pueblo diverso construyendo una nación. Agregó que desde San José, hace 200 años, se inició el camino de La Redota en el que se comenzó a forjar nuestro país, el cual hoy “se encuentra pleno de oportunidades para cambiar, construir y fortalecer la presencia en la región y el mundo”. Además, Uruguay se convirtió en un país de cultura, conocimiento e igualdad en derechos, cuya riqueza principal es su gente. Por tal motivo, será una vez más la sabiduría del pueblo la que permitirá encontrar los caminos de confluencia y fortalecimiento como nación para multiplicar la capacidad constructora.
Por su parte, el intendente de San José, José Luis Falero, recordó que esta nación surgió siendo tan cosmopolita como la sociedad actual.
Por lo que si hace dos siglos las diferencias pudieron dejarse a un lado para dar inicio a La Redota, hoy “no puede ser imposible pensar que los orientales somos capaces de realizar todos juntos acciones en procura del bien común”, señaló.
Solicitó a todos los uruguayos que, sin renunciar a ser lo que son, prioricen el bien común y construyan políticas de Estado, en especial a nivel de la seguridad, educación, salud, políticas sociales y de desarrollo, las que deberían ser consensuadas y trascender a los gobiernos.