Nacionales | 29 Oct En 2010, más de 12.000 jóvenes de entre 15 y 25 años dejaron de asistir a los centros educativos, según la Encuesta Continua de Hogares 2010. El problema se acentúa en los quintiles más pobres de ingreso.
El informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que la proporción de jóvenes de entre 15 y 17 años que asisten a un centro educativo pasó de 77,7% en 2009 a 75,5% en 2010. Es decir que el 24,5% de los adolescentes de entre 15 y 17 años no asiste a un centro educativo, lo que suma unos 39.800 jóvenes, según las proyecciones de población por edades del INE. Con respecto a 2009, en 2010 creció en casi 4.000 la cantidad de jóvenes fuera de los establecimientos de educación.
Entre los 18 y los 25 años, la proporción de jóvenes que asisten a centros educativos también cayó de 37,2 a 35,6% entre 2009 y 2010.
Esto significa que de un año al otro dejaron de asistir a los centros educativos unos 8.800 jóvenes, y que en ese tramo de edad una amplia mayoría (64,%) no estudia.
En el primer tramo de edad (de 15 a 17), la caída más pronunciada se dio en la población del quintil más pobre de ingresos, donde entre 2009 y 2010 la proporción de jóvenes que asistía a un centro educativo pasó de 65,9 a 63,3%.
En tanto, en el quintil más rico de la población la cobertura educativa para los jóvenes de entre 15 y 17 años es casi universal (97,6% en 2010), aunque también descendió casi un punto porcentual desde 2009. En cuanto a la población de entre 18 y 25 años, las diferencias entre los quintiles de ingresos son notorias.
Mientras que entre la quinta parte más rica el 70,4% asiste a un centro educativo, en el quintil más pobre sólo lo hace el 17,1%. Las brechas educativas entre los diferentes niveles de ingresos se mantienen al menos desde 2006. En tanto, el descenso de la cobertura educativa en 2010 en esta franja etaria se dio a costas de los quintiles intermedios (segundo, tercer y cuarto quintil), ya que la cobertura aumentó casi dos puntos en el sector más pudiente y se mantuvo casi constante en el más pobre.
Los datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) 2010 coinciden con las altas tasas de repetición y abandono que se registran en la educación secundaria.