Patas para arriba

Deportes | 24 Oct Por falta de Policía, de árbitros, por pronóstico de mal tiempo que jugó luego una mala pasada y el sol brilló pese al anuncio de lluvia. El fútbol sanducero se ha suspendido en varias ocasiones en lo que va de la temporada, por motivos en muchos casos injustificados, pero sorprendentemente ayer la pelota rodó pese a una tarde de perros.
Las quejas se escucharon por doquier. Los reclamos por partes de hinchas, jugadores, técnicos y dirigentes clubistas estuvieron a la orden del día, y con razón. Para colmo, se quiso evitar que la competencia se viera atrasada una fecha, y el tiro salió por la culata porque una doble jornada quedó por el camino (¡también por un motivo insólito!) y habrá que jugar seguramente entre semana.
A esto se le suman varios aspectos en los que el Consejo Directivo Central de la Liga de Fútbol ha dado pasos en falso. Y, por citar un ejemplo, ha sido imposible que las divisionales formativas pudieran jugar en tiempo y forma, respetando el calendario ya de por sí extremadamente corto, e incluso se ha cambiado sobre la pisada no solo fecha de comienzo de un campeonato como el Sub 14, sino también la forma de disputa.
Son muchos los aspectos en los que la directiva encabezada por el presidente Nelson Manzor ha resbalado a la hora de tomar decisiones. Pero también hay que tener en cuenta que desde que el Consejo asumió sobre finales de marzo dejó en claro, en todo momento, que este 2011 sería un año de transición.
Y que, más allá de esos resbalones (en algunos casos hasta grotescos y graciosos), los dirigentes tienen el atenuante de que hay aspectos imposibles de solucionar de un día para otro, y que necesitan de tiempo. Por eso, será cuestión de armarse de paciencia, dejar trabajar, respetar el proceso dentro de este año de transición. Y culminado ese período de gracia el fútbol sanducero estará en condiciones de exigir lo que merece, sin que se le presenten excusas. STB