Opinion | 27 Oct Un episodio registrado en las últimas horas, que seguramente se da a menudo en el ámbito liceal del país y se ha masificado por las redes sociales a través de un video captado por el celular de un alumno, se ha constituido en una especie de boomerang contra los presuntos denunciantes, desde que pone al desnudo gran parte de la problemática que afecta nuestra enseñanza y por donde pasa muchas veces el eje de la discusión en el plano político-ideológico, lamentablemente. En las últimas horas el director general de Secretaría del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Pablo Alvarez, difundió en su cuenta de Facebook un video donde la directora del liceo Bauzá, Prof. Graciela Bianchi, se enfrenta en la oficina de Dirección con alumnos de su centro docente, que habían sido llevados a esta dependencia por haber sido encontrados en el jardín del liceo, subidos a un árbol, junto con jóvenes que no pertenecían al instituto, fumando y tomando alcohol.
En menos de una semana, la directora del liceo fue objeto de actitudes hostiles de integrantes del gobierno, cuando el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, la denunció ante Secundaria porque “maltrató y corrió a la policía” del liceo y más recientemente, Alvarez, tercero en jerarquía de esa secretaría de Estado, publicó en su cuenta de Facebook un video registrado por alumnos del Bauzá mientras mantenían una discusión con la directora.
En la red social, según da cuenta El País, un contacto de Álvarez comentó que “es infantil, vergonzoso, desleal y mezquino tratar de desacreditar a esta persona a través de un videíto de un minuto y medio”. A ello, Álvarez respondió que “la intención no fue desacreditar sino compartir un video que subieron los estudiantes. Por esa misma razón y por desconocer el contexto de ese video, y por lo tanto la situación allí reflejada que se dio, es que no realicé ningún comentario al compartirlo”.
Bianchi indicó que no le responderá a Álvarez, pero consideró “muy grave que haya sido él, que es una autoridad del MEC, quien lo colgó en Internet. Eso da la pauta de que está todo patas para arriba”, agregó.
En el video, registrado por uno de los alumnos, se muestra un grupo de estudiantes en la dirección del liceo Bauzá, junto a la directora, el subdirector y un adscripto.
“¿Nos va a echar directora?”, pregunta uno de los estudiantes. “Si no me contesta me retiro”, agrega el joven. “No, no te vas”, contesta Bianchi. “Usted no me puede obligar a quedarme”, señala el alumno, a lo que la directora exclama “¿Perdón? ¿Perdón? ¿Perdón? ¿Vos sos alumno de este liceo? La que manda acá soy yo. Acá mandamos los adultos y no ustedes. Y menos a patoteada”, manifiesta la directora. “Se callan la boca. Me desconocieron absolutamente”, agrega. Una alumna hace otro comentario, a lo que Bianchi responde: “No me tutees en primer lugar. No me tutees. Callate la boca. Punto. No estoy hablando contigo”.
La delegada estudiantil del liceo Bauzá y diputada juvenil del Mercosur, Valeria Ferreira, comentó a El País que no conocía la situación en la que se desarrolló el video, pero “por lo que se ve es una situación atípica. La directora no es de llevar a los alumnos a la dirección si no hicieron algo grave”.
Ferreira comentó que Bianchi “no es mala, pero es muy exigente. A los gurises que van a estudiar al liceo los trata bien, pero hay muchos que no van a eso”, agregó. “Hay chiquilines que no les gusta que sea exigente con el tema del estudio, entonces pasan este tipo de cosas”, indicó.
Precisamente dentro de la vasta problemática que involucra un persistente descaecimiento de la calidad de la enseñanza, a la que se permea el desdibujamiento de los valores en la sociedad, figura el de no señalar límites a los jóvenes y hacerlos respetar. Estos desconocen el principio de autoridad, el que ya no se aplica en sus hogares ni en el relacionamiento diario en la sociedad, que confunden además libertad con el derecho a hacer cualquier cosa aunque se avasalle el de los demás, y que solo conocen de derechos pero no de obligaciones. Lo más triste es que quien intenta ordenar las cosas, en lugar de recibir el respaldo de sus superiores, éstos solo busquen la manera de precipitar su caída.
Por supuesto, las carencias en la enseñanza y en la formación de jóvenes no solo se limitan a la disciplina y al respeto, pero estos aspectos son fundamentales para que se pueda estudiar en un contexto adecuado, de mutuo respeto y en el que se cultiven los valores ausentes.
Pero sobre todo, para que la mediocridad y el igualar hacia abajo dejen de ser un mérito, para que se premie el esfuerzo y no el esperar todo del Estado y de los demás, y donde no se bajen las exigencias para que todos puedan pasar de clase, dejando de lado que lo importante es aprender y no la cantidad de egresados.
Este video quizás lo que mejor demuestra es que no se puede seguir insistiendo en llenar las aulas a cualquier costo, sino apoyar al que quiere estudiar; el que no, no puede ser el elemento distorsionante. Porque no solo se seguirá derrochando millones de dólares de todos los ciudadanos, sino que sólo se logrará desestimular al mejor intencionado, hasta perderlo en la mediocridad de los compañeros que van a llenar un espacio.