PUEBLO ESPERANZA

Locales | 26 Oct A pedido de la Inspección Departamental de Educación Inicial y Primaria y a poco más de una semana de haberse retomado la construcción del nuevo local de la Escuela 58 en Pueblo Esperanza, la Dirección de Infraestructura del Consejo Directivo Central (Codicen) relevó el estado de situación de la edificación. Una arquitecta y varios técnicos inspeccionaron en forma pormenorizada los trabajos e intervinieron en la labor al punto de ordenar a la constructora a cargo que volvieran a hacerse determinados trabajos, como por ejemplo en la instalación sanitaria.
Luego del abandono voluntario de la obra por parte de los trabajadores --ocurrido en setiembre--, la empresa retomó los trabajos con nuevo personal y transcurrido poco más de una semana la comisión de fomento de la escuela de Esperanza y los padres de los educandos presentaron una nota al Inspector Departamental de Paysandú, maestro Arturo Cabral. A través de la misma, solicitaron una inspección de la tarea que se había retomado sin un análisis de un arquitecto de Codicen. Cabral consideró oportuna la solicitud y elevó a la Dirección de Infraestructura del referido consejo el pedido de que se diera cumplimiento a lo que previamente se había establecido: la elaboración de un acta de reinicio de obra. La solicitud determinó la intervención de la arquitecta Bettina Lagreca, encargada de dicha obra, que se hizo presente en el edificio junto a los técnicos sanitaristas y el técnico en electricidad de la División de Obras. Luego de registrar el avance de la construcción, las características y condiciones edilicias, elaboraron un informe acerca del estado en que se encontraban dichos trabajos.
Consultado el maestro Cabral expresó que el acta se labró a los efectos de plasmar las observaciones necesarias para que la obra prosiga con la debida supervisión de arquitectura. “Incluso la empresa tuvo que reiniciar trabajos, enmendar situaciones y en algún caso tuvo que sacar lo que había hecho y hacerlos de nuevo de acuerdo a lo que arquitectura determinó”, indicó el inspector de Paysandú. “Se hizo un trabajo de fondo en la parte sanitaria que era lo que tenía observaciones de mayor gravedad, después rectificaciones en la parte eléctrica y algún ajuste en lo estructural”, continuó.
Además de la intervención general de Lagreca, la arquitecta residente Fernanda Álvez tendrá a su cargo el seguimiento paso a paso de dicha obra. La inspectora de zona, maestra Jacqueline Olivera, agregó que ahora la obra se retomó con el aval de arquitectura, lo que proporciona tranquilidad a la inspección y sobre todo a la comunidad educativa de dicha institución quien se ha mostrado muy preocupada por la demora en el avance del trabajo en el nuevo edificio, que implica se prolongue el tiempo de permanencia en el salón comunal donde funciona la escuela.
Álvez se encargará de “corroborar que existan avances porque esta obra tendría que estar terminada”, agregó. Tanto Cabral como Olivera, tienen la esperanza de que los niños de esta escuela puedan iniciar el próximo año lectivo en el nuevo edificio, “ese es nuestro anhelo y el de la comunidad también”, finalizó la inspectora.