Nacionales | 01 Nov Con la presencia del presidente Mujica, asumió el nuevo comandante en jefe del Ejército, Pedro Aguerre, quien dijo que su gestión se basará en trabajar para mejorar la imagen del Ejército y las carencias de los militares más sumergidos. En relación a los restos hallados en el Batallón 14, Aguerre expresó “una gran tristeza, porque un cuerpo es un ser humano y debe manejarse con respeto”.
El saliente comandante, Jorge Rosales, señaló en su discurso de despedida que durante su período al frente del Ejército la tarea no fue sencilla y quedaron problemas sin resolver. Destacó que aún se está lejos de las asignaciones presupuestales que posibiliten cumplir de mejor forma con las misiones asignadas, permitiendo un pasar más digno al personal. Agregó que los uruguayos debemos sentirnos orgullosos de contar con un ejército cuyos integrantes poseen un elevado espíritu militar, disciplina, lealtad y profundo sentimiento del deber, lo que posibilitó el cumplimiento eficiente de las diversas misiones encomendadas.
Asimismo, reconoció que se alcanzó la aspiración de mecanización de la fuerza, al contar con material rodante que posiciona al Ejército Nacional en igualdad de condiciones con los ejércitos de la región. En cuanto al personal, dijo que se encuentra en buenas condiciones de capacitación, instrucción y entrenamiento, a la vez que dijo que el Ejército se encuentra abierto a la modernización, proceso en el que se avanzó en los últimos años.
Finalmente, respecto a los hechos ocurridos en la dictadura, dijo que “evidencias del pasado afectan moralmente a la fuerza y sus integrantes”. Considera que es necesario mirar para el futuro y que “no sean las mujeres y los hombres, actuales integrantes de este ejército, rehenes de hechos lamentables ocurridos hace 30 años”.
Agregó que esta institución “no puede ni debe seguir respondiendo institucionalmente por deudas que no le corresponden, ni estar sometido a una falta de valoración permanente por parte de algunos sectores de la sociedad, así como a la descalificación y menosprecio de su accionar”.
Además, envió un saludo a sus camaradas que “juran por su honor no haber mancillado la dignidad de la fuerza y ven con desazón, angustia e impotencia propia y de sus familiares, cómo se los agravia y condena públicamente, sin siquiera tener la garantía de poder expresarse delante de un juez respecto a estos supuestos”. Por su parte, el nuevo comandante en jefe del Ejército, Pedro Aguerre, indicó que este cargo representa una gran responsabilidad y realizará el mayor esfuerzo para que su gestión ayude a mejorar la imagen de esta institución. Aguerre se comprometió con los integrantes del Ejército a trabajar permanentemente por mejorar el posicionamiento de la fuerza, así como la situación salarial y laboral de los más débiles. Destacó que todos los militares son responsables por sus actos pero el comandante es el primer responsable de la fuerza, por ello exhortó a que si algún día “tienen algo que necesitan que el Comando sepa, lo hagan saber”.
Agregó que es su voluntad trabajar para mejorar las carencias y que la ciudadanía conozca las buenas acciones que realiza el ejército. Reconoció que el pasado no se puede cambiar ni corregir pero es necesario mirar al futuro sin olvidar lo sucedido.