LO CONFIRMÓ EL DIRECTOR JOSÉ MARÍA CALVO

Locales | 04 Nov Pese a que el tiempo de trabajo de campo en los Censos 2011 se ha extendido en más del doble respecto a lo planeado originalmente, el Instituto Nacional de Estadística (INE) sostiene que “esa hipótesis se manejó desde el comienzo (hasta 90 días)”, dijo el director de Censos 2011 José María Calvo, al ser consultado por EL TELEGRAFO.
La extensión del plazo original de 30 días se debió a la “constante deserción de censistas que se verifica hasta hoy”, problemas tecnológicos “especialmente en las primeras semanas”, y a otros de diferente índole. La situación es dispar en diferentes partes del territorio. En departamentos como Artigas, Cerro Largo, Durazno, Flores, Florida, Lavalleja, Río Negro, Rivera, San José, Soriano y Treinta y Tres, el censo está prácticamente culminado. En otros, entre los que se incluye Paysandú, todavía hay zonas sin censar, especialmente en el interior. Y en Montevideo, Canelones, Maldonado y Colonia, el censo se encuentra francamente retrasado, lo que hace que se lleven adelante operativos especiales, enviando censistas desde otras áreas, en apoyo de aquellas que han mostrado mayor complejidad.
No obstante, especialmente en el caso de Colonia, fuentes bien informadas que solicitaron no ser identificadas han destacado a EL TELEGRAFO que el problema esencial ha sido que los censistas no han tomado con “la necesaria responsabilidad el trabajo”.
“Era uno de los lugares donde había más censistas, pero a su vez el rendimiento ha sido muy pobre; y en muchos casos nos hemos enfrentado con que no se ha cumplido con el trabajo y cuando se ha pedido explicaciones se nos ha dicho que lo harían a su modo”, agregó el informante. Calvo no confirmó la noticia y se limitó a indicar que “el algunos departamentos, un cierto porcentaje de censistas no han cumplido mínimamente con el trabajo, por lo que aproximadamente un diez por ciento ha sido desafectado por esa razón”. El director de Censos 2011 hizo hincapié en la falta de censistas para completar en el plazo inicialmente previsto la tarea de campo. Dijo que “cuando decidimos lanzar la información comunicacional, en la que se indicó que el censo se iba a extender solamente por todo setiembre, lo hicimos considerando la información que teníamos en base a la cantidad de aspirantes a censistas. Pero luego, esa realidad fue cambiando y sigue cambiando”. Asimismo reveló que para cumplir el censo en 30 días “teníamos que tener 7.200 censistas desplegados en el territorio y 1.500 como relevos en casos de ausentismo de los titulares. Pero resultó que cuando comenzó el censo teníamos 5.300 censistas. Esa cifra mejoró a mediados de setiembre, cuando alcanzamos los 6.000 en campo. A partir de ahí empezó a declinar el número y hoy tenemos 3.500 trabajando”.
“Pero –recalcó-- la hipótesis de un trabajo de campo de hasta noventa días la manejamos desde el principio, junto con otras; no es que esto nos haya tomado de sorpresa”, dijo y defendió la metodología de censo de derecho (contrapuesto al de hecho, que toma como base dónde se durmió la noche anterior como punto donde ser censado) porque “hay ventajas claras”. Entre ellas subrayó “el uso de tecnología que permite que las entrevistas en campo se hagan de manera más simple y al mismo tiempo más certero, con una crítica en el lugar de la encuesta, de modo que los datos que no son transmitidos son más fieles y pueden ser utilizados de manera más rápida, con alto grado de confiabilidad”.
En el caso de Paysandú, Calvo recordó que “se está trabajando de manera similar a otros departamentos. Se han registrado problemas en zonas rurales y estamos trabajando en eso”. En el caso de Guichón, se envían grupos de Paysandú porque desde el comienzo fue una zona con muy escaso resultado. Por un lado, señaló otra fuente consultada, hubo deficiencias en la enseñanza a los censistas, especialmente en lo referente al Dispositivo Electrónico Portátil (DEP). Luego problemas de conectividad, lo que llevó a que si bien se trabajaba en Montevideo no se apreciaban avances, porque los jefes de equipo esperaban al fin de semana para enviar los dados desde la ciudad de Paysandú. Calvo --nuevamente-- no confirmó esos datos, pero sí dijo que “hubo como grandes agujeros negros en algunas zonas del país, sin conectividad. Consideramos varias opciones, incluso grabar los datos desde los DEP a tarjetas de memoria y luego desde éstas transmitir, pero preferimos esperar para minimizar el trasiego de datos a terceros. Y fue una buena decisión, porque luego los problemas se fueron solucionando”.
En cuanto al presupuesto económico, Calvo dijo que hubo un aumento “en el dinero destinado a traslados, porque hemos tenido que movilizar recursos para trasladar censistas desde sus lugares de origen a otros en los que hacía falta. Pero en lo demás, los censistas cobran por lo que hacen y el presupuesto es el mismo; y para los jefes también porque inicialmente estaba previsto que trabajaran cuatro meses”. Junto a la etapa final de los Censos 2011, comenzó ya en todo territorio nacional la Encuesta Nacional de Evaluación Censal (ENEC), la cual tiene como finalidad, realizar la evaluación de la cobertura que tuvieron los Censos 2011 (omisiones y duplicaciones de locales, viviendas y personas), y a su vez evaluar la calidad de los datos relevados.
Esta encuesta visitará exclusivamente a una muestra representativa de todos los domicilios del país donde se realizará la entrevista correspondiente. Inicialmente, la muestra era de 14.000 domicilios, pero ha sido reducida a 7.000 debido a que técnicamente los resultados serán muy similares.