Paysandú, Martes 08 de Noviembre de 2011
Rurales | 06 Nov “Mi Quinta”, el mayor emprendimiento productivo de durazno y ciruela de Paysandú, ubicado en costas del San Francisco, inició la pasada semana la cosecha de 1.000 árboles de durazno y aguarda para fines del presente mes comenzar con la de un número similar de árboles de ciruela. Las lluvias en buen momento y heladas que no generaron inconvenientes, han determinado que se obtenga una muy buena fruta que se volcará al mercado local y capitalino.
El emprendimiento se inició hace 10 años, a través de una idea del doctor Néstor Grillo, “quien me impulsó a iniciarme en esta faz productiva”, sostuvo a EL TELEGRAFO el doctor Jorge Borsani. “Había visto en Salto una plantación muy linda de durazno y aprovechando que había un programa de desarrollo del Predeg, que favorecía –así como ocurría con la forestación-- la implantación de montes frutales, nos iniciamos en esto”.
En base a eso y a que los médicos poseían una fracción de tierra en la zona de San Francisco, a unos 5 kilómetros de la ciudad, comenzaron “a plantar y a invertir en regadío y pozos. Lamentablemente Grillo falleció a los pocos años y nosotros seguimos adelante, con todo gusto porque me gusta el trabajo de la chacra”, aclaró.
El durazno Early Grande es el que presenta mayor área en este emprendimiento. “Es una zona apropiada para este durazno porque es tempranero, el clima es más caliente que en el sur, y cuando en esa zona todavía no tienen, aparece primero el de Bella Unión, luego el de Salto y después el de Paysandú”.
Hay 6.000 árboles de Durazno, que logran una producción de 1.000 kilos como mínimo por planta, “lo que indudablemente no puede ser comercializado solo en Paysandú por su volumen. De ahí que vendemos en Montevideo, porque todavía no apareció la fruta de Canelones”, sostuvo Borsani.
exportación
“En realidad el cultivo se basa en primera cosecha a la parte de exportación”, dijo Marcos Tagliani, encargado del aspecto productivo del emprendimiento. “Después, dada las consecuencias climáticas o de la exportación misma –inconvenientes que pueden surgir con los mercados internacionales--, se coloca el durazno en el mercado interno (Paysandú y abastecedores de Montevideo)”. Como al momento no se abrió la exportación, “la fruta la estamos colocando en nuestra ciudad y Montevideo”, acotó.
En cuanto al manejo, se comienza en junio con la poda de invierno, que “está a cargo de una empresa de Salto que se encarga de la tarea y se continúa luego con los tratamientos para las heladas. Se necesita mantener el suelo húmedo y limpio, por lo que se utiliza mucha agua”. Posteriormente “continuamos con el raleo y en octubre con la cosecha”. En cada zafra trabajan entre 15 y 20 personas.
“El clima ha sido bueno y respecto al agua estamos bien”, explicó Tagliani, “con fruta que ha salido de buen tamaño y color. Está faltando un poco más de sol para que la fruta adquiera mejor color”.
“Cuando cayeron las primeras heladas grandes no estaba la fruta cuajada y tuvimos la suerte de no tener quemaduras en el durazno”, indicó.
ciruela
Granja “Mi Quinta”, también cuenta con unos 1.000 árboles de ciruela que comenzarán a ser cosechados a fines de noviembre –alrededor del 25-- y los primeros días de diciembre. “Aquí sucede lo mismo que con el durazno”, sostuvo Borsani, “se cosecha primero que los del sur, y por ende podemos ingresar antes con la fruta a Montevideo y comercializarla sin inconvenientes”.
Explicó que “procuramos que la sanidad de la fruta sea buena. Se produce un durazno rico, de buen tamaño como ha sucedido este año”.
Consideró Tagliani que la ciruela “no es fruta muy comible en Paysandú, por lo que se encara en mayor parte al mercado montevideano. Se ha perdido mucho mercado en Paysandú, pero de todas maneras pensamos ofrecer mucha ciruela en la ciudad para ver si se revierte esa tendencia”.
comuna
“La Intendencia tiene como principal objetivo difundir, fomentar y articular con todas las empresas que trabajan en el tema, apoyando todos los emprendimientos productivos que se desarrollan en el departamento”, precisó a EL TELEGRAFO, la ingeniera agrónoma Sandra Zibil. La integrante del departamento de Desarrollo Agropecuario de la comuna indicó que “como en general las producciones de hoja caduca en el departamento no son muchas, apoyamos esta producción porque además es la primera en ser comercializada, por ser de cosecha temprana”.
Comentó que “articulamos mucho con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) a través de la Dirección General de la Granja (Digegra), al ser este un predio de referencia, en donde hemos organizado las jornadas técnicas, tanto en manejo de los frutales de hoja caduca, que no son específicamente para duraznos, sino también ampliamos en la producción de ciruelas, nectarinas, entre otros”.
Se han realizado charlas y actividades sobre manejo del fertilizante, manejo del suelo, poda, raleo y “también en algunos cursos efectuados junto al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), sobre riego de frutales y hortalizas”, dijo.
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