Opinion | 10 Nov A pesar de la fuerte dependencia del petróleo, en los últimos años y a partir de que el gobierno decidió abrir el paraguas de la matriz energética posibilitando la entrada en el mercado de las energías renovables, es posible pensar que para el 2015 se cumplirá el acuerdo alcanzado en la comisión multipartidaria de Energía, que prevé aumentar sustancialmente la generación de electricidad por estas alternativas y, en particular, generar 200 MW de electricidad a partir de biomasa.
La biomasa es otra de las fuentes para incrementar la participación de las energías renovables en la matriz primaria. En este sentido, se espera que en 2015 ésta representará entre un 10 y 15 por ciento de la matriz energética, según lo informado desde el Ministerio de Industria. La noticia es auspiciosa, puesto que la dependencia del petróleo genera impactos económicos, ya que el 40% de las divisas que se van en importaciones son para la compra de petróleo; ambientales, como las emisiones de gases de efecto invernadero y acumulación de residuos, y sociales, ya que gran porcentaje del ingreso económico en los hogares es utilizado para cubrir costos de energía, con lo cual, al ser considerada como un derecho humano, implica varios desafíos por resolver.
En este contexto, hay un número importante de actividades y emprendimientos que generan residuos de alto contenido orgánico que pueden utilizarse para la generación de diversos productos de interés comercial, pero también pueden ser utilizados como fuentes alternativas de producción de energía eléctrica. Asimismo, es saludable la puesta en marcha del proyecto de “Producción de Electricidad a partir de biomasa en Uruguay” --impulsado por los ministerios de Industria, Medio Ambiente, y Ganadería, Agricultura y Pesca, conjuntamente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-- que tiene como objetivo la promoción de la integración de generadores de energía a partir de biomasa a la red nacional de suministro en el marco del desarrollo y la implementación de escenarios para la explotación sustentable y a gran escala de residuos domésticos, de la industria forestal y la agroindustria.
Este tipo de apoyos, sumado a mejoras en los precios de compra de energías a privados son elementos sumamente necesarios para concretar una diversificación de la matriz energética que nos dé seguridad a todos y abarate los costos que por la energía paga el país y los usuarios.