No hay policía

Deportes | 10 Nov La Policía informó a la Liga de Fútbol que no tendrá personal para cubrir los escenarios en los que se jugarán las etapas fijadas entre semana, por lo que caería la planificación que realizaron los dirigentes para intentar acortar los plazos del Clausura de Primera División para beneficiar al combinado mayor.
El motivo es que, teniendo en cuenta que se trata de días miércoles, el personal disponible para el Servicio 222 está abocado a otras actividades, brindando servicio en diferentes puntos de nuestra ciudad.
Los dirigentes no tuvieron en cuenta esta complicación a la hora de reorganizar el calendario, y no se realizaron las consultas ante la Policía para ver si era posible adecuar la programación a la necesidad de la selección.
“El 2 de noviembre no hubo problemas porque era feriado, pero se complica enormemente poder brindarle al fútbol el Servicio 222 un día de semana, ya que los policías están afectados a otros servicios”, se dijo desde el ámbito de la Jefatura de Policía a EL TELEGRAFO.
El Consejo Ejecutivo Central manejó otras posibilidades en la reunión del martes, ya que para no cambiar nuevamente sobre la marcha se optaría por jugar con guardia privada, lo que se intentará confirmar en los próximos días.
Estudiantil pateó el tablero
Estudiantil informó mediante nota al Consejo Directivo Central de la Liga de Fútbol, que le retira la confianza el Colegio de Arbitros, “tanto por su actuación en general como también, y muy especialmente, por el criterio seguido con las designaciones de árbitros” para partidos de los estudiosos.
A modo de ejemplo, los presididos por Danilo Noriega plantean que las designaciones para su equipo han sido monopolizadas por tres árbitros, Charles Barreto (en cuatro ocasiones), Eris Herrera (cuatro) y Walter Gómez (tres). Pero además, señalan que los tres árbitros tienen un estilo similar en cuanto a un uso excesivo de las tarjetas amarillas, lo que aceptan, pero “si en el 85% de los partidos disputados tenemos los mismos árbitros, somos notoriamente perjudicados, jugamos condicionados los partidos y nos llenamos de tarjetas amarillas, perjudicando en el desarrollo del torneo las posibilidades deportivas”.
Por otra parte, Estudiantil señala que “no es lógico ni sano para el espectáculo designar el mismo árbitro en dos partidos consecutivos”, como le ha sucedido con Walter Gómez, y que tampoco es lógica la designación cuando dicho árbitro vive en zona de influencia de dos instituciones a las que enfrentaron deportivamente los auriazules.
“Evidentemente no es responsabilidad del Sr. Juez, pero es entendible que pueda sentir demasiado la presión de la situación”, indican.