Opinion | 20 Nov En el área turística, como en muchos órdenes, las ideas están por encima del dinero, ya que de nada sirve contar con financiamiento si además no poseemos una hoja de ruta que permita, en base a conocimiento en la materia y creatividad, invertir inteligentemente y obtener ganancias, además de generar empleo.
El Ministerio de Turismo, la Asociación Empretec Uruguay y Paysandú Innova, convocaron recientemente a la presentación de ideas para la creación de emprendimientos turísticos en los departamentos de Salto y Paysandú, así como en Paso de los Toros. El llamado se inscribe en el Programa de Competitividad de los Destinos Turísticos, proyecto Corredor Termal, en tanto sus objetivos son el desarrollo y consolidación de emprendimientos o productos turísticos en propuestas ya consolidadas, que contribuyan al fortalecimiento y diversificación del destino “Corredor Termal”. Quienes resulten seleccionados participarán en instancias de capacitación en comportamiento emprendedor y gestión empresarial, al tiempo que recibirán asesoramiento para la elaboración de un plan de negocios.
La iniciativa resulta interesante, porque no se limita a ofrecer fondos para la concreción de proyectos, sino que apunta fundamentalmente al espíritu emprendedor, la creatividad y la capacidad para, basándose en recursos disponibles, modificar la propuesta turística, adaptarla, para así hacerla más atractiva a un público cada vez más exigente, con una amplia disponibilidad de posibilidades.
Muchas veces pensamos que la condición indispensable para llevar adelante una idea es el dinero, pero, aun cuando logremos financiamiento, si no estamos debidamente capacitados, si nuestra iniciativa no persigue objetivos concretos y no se adapta a un determinado público y mercado, esta inquietud difícilmente llegue a buen puerto. Es por eso que, tal cual plantea este proyecto interinstitucional, debemos seguir apostando a la creatividad y al entusiasmo emprendedor, con objetivos claros, ya que de esta forma podremos delinear una propuesta turística fuertemente imbuida de nuestra idiosincracia y por tanto capaz de establecer una marca registrada, identificable y muy difícil de imitar.