N4 Light Nacional

Deportes | 21 Nov No pisó el podio de una nueva edición del Rally del Atlántico, ni en la general ni en su categoría, pero cumplió el objetivo trazado. El piloto sanducero Diego Elola sabía que no debía deslumbrarse con apostar todo a ganador, teniendo en cuenta que no se podían cometer errores. Es que con llegar, Elola y su copiloto Antonio Piñeiro se consagrarían campeones nacionales de la categoría N4 Light a bordo de su Mitsubishi EVO XIII.
Por eso, el binomio afrontó la última fecha del Nacional, incluida en esta fecha del Sudamericano, teniendo las cosas en claro. Eso sí, las cosas no fueron tan sencillas como se podía esperar al no tener la presión de ubicarse en las primeras posiciones.
Es que el sábado, durante la primera jornada de competencia, la caja del auto se rompió, y luego fue el turno de la bomba de nafta. Pero se le puso el pecho a las balas, y ayer, en la etapa final, se descontaron posiciones como para alcanzar el objetivo trazado: ser campeones de la N4 Light.
“Festejamos el campeonato, hicimos las cosas bien pese a todo, y alcanzamos el objetivo”, dijo Elola visiblemente emocionado desde Punta del Este.
“Le dimos otro título a Paysandú, y eso es lo importante. Esta última fecha no fue fácil, teniendo en cuenta que fue un rally durísimo, y tuvimos algunos contratiempos”, agregó. Y enumeró: “el sábado se nos rompió la caja, seguimos corriendo el segundo rulo solo con tercera y quinta, y luego dio problemas la bomba de nafta. Cambiamos la casa en la asistencia, y hoy (ayer) nos fue bárbaro, ya que descontamos y nos quedamos con el último prime, aunque terminamos con la cuarta de la caja de cambios rota”.
El piloto sanducero afirmó que “ganamos el campeonato en nuestra categoría durante un rally complicado, durísimo. Fue una competencia cambiante, con muchos autos y en caminos peligrosos. Nos costó mucho, porque fue un rally de verdad: largo, complicado y muy exigente”, agregó.
Tras esta coronación, que se dio en un Rally del Atlántico que contó con una asistencia de público que superó las 15.000 personas, Elola asegura que “ahora hay que trabajar para el año que viene”. Y agradeció especialmente el trabajo realizado por Hugo Castro y su padre en la mecánica, colaborando permanentemente para que se alcanzara este objetivo.