Paysandú, Domingo 27 de Noviembre de 2011
Locales | 27 Nov CALI, 26 (Por Enrique Julio Sánchez, enviado especial). La última jornada en Cali, antes de retornar a Quito, para en las dos últimas jornadas de la gira internacional del Taller de Teatro participar del festival internacional de teatro callejero al que ha sido invitado en los últimos días. La delegación desarrolla diferentes actividades. Por un lado, los que están viviendo en la institución cultural Casa Naranja, dirigida por John Jairo Perdomo, en la zona carenciada de esta ciudad, conocida como El Poblado, trabajan intensamente en la producción de “Puertas adentro”, la primera obra de Florencio Sánchez que se volverá a presentar en versión para teatro callejero, como ocurriera en 2003, la anterior gira internacional por esta zona. El resto, alojado en el Apart hotel de la Universidad de Santiago de Cali (USC), más aliviado en cuanto a responsabilidades artísticas, pues no participa de “Puertas adentro”, se dedica a paseos por el centro de la ciudad. El viernes por la noche, a sala llena, presentaron la última función de “Crimen y Castigo”, en la sala Salamandra del Barco Ebrio, en el barrio de San Fernando. Se trata de una institución cultural con quince años de trayectoria, dirigida por Diego Pombo, un notable pintor nacido en Manizales pero que vive hace muchos años en Cali, donde se dio a conocer como pintor onírico y satírico. Algunas de sus pinturas pueden apreciarse en la sala. Incluso en los baños.
En Casa Naranja, un espacio cultural “muy particular” como lo definió Raúl Rodríguez, John Jairo Perdomo desarrolla una actividad casi de reconstrucción del tejido social a partir del teatro y otras artes.
Los espectáculos, por ejemplo, “cobran entrada pero no en dinero, dinero no se recibe”, agregó Rodríguez. “Cierto, un huevo vale una entrada, una taza de arroz dos entradas y así por el estilo”, dijo Bettina Sánchez. “Nosotros le preguntamos qué hacían con esos víveres, y nos respondieron: ‘Pos, nos lo comemos’”, comentó Rodríguez. Casa Naranja “según nos dijo Jairo, es un espacio sociocultural lleno de vitamina C: Cristo, confianza, cariño, cultura y carnaval”, subrayó Sánchez. En ese espacio, donde hay “dormitorios comunitarios” los cinco integrantes de la delegación que allí se alojan (además Luis Oroná, Zully García y Dulcinea Rodríguez), viven lo que ellos mismos califican como “una experiencia bien diferente a lo que conocemos, porque está en un barrio carenciado y es notable ver todo lo que se hace prácticamente sin nada”, como dijo Oroná. “Una anécdota curiosa” contó Rodríguez. “Necesitábamos un hacha, que usamos en la puesta en escena de ‘Crimen y Castigo’. En la Casa no había, así que unos niños que van allí tomaron un megáfono y salieron caminando por la calle pidiendo a los vecinos un hacha. Eso es increíble”. Sánchez agregó que “yo acompañé a esos chicos y también usé el megáfono. Fue algo bien raro”. En ese ámbito, en las últimas horas en Cali, se ensaya “Puertas adentro” que el lunes y martes se presentará en Quito, como punto final de la gira 2011 del Taller de Teatro de Paysandú.
VIAJERITAS
* Tras la función en el teatro Salamandra, en Cali, todos menos Raúl y Dulcinea Rodríguez, se dirigieron por una cerveza y una pizza al Parque del Perro, un lugar no alejado de esa sala del barrio de San Fernando. El sitio se distingue porque en su centro está la estatua de Teddy, el perro más famoso de la ciudad por la década de los sesenta, que fue envenenado y que aún es recordado por su agilidad y adiestramiento.
* La barra se reunió en un local de la cadena Jeno´s Pizza, adonde se pasó un momento distendido, sin hablar de teatro, disfrutando de la noche, de la ciudad y del bullicio del lugar, lleno de restaurantes, bares, tiendas de diseñadores de todo tipo de ropa y joyas. Y la fresca brisa se une a un ambiente de rumba, tango y hasta árabe, en compañía de amigos.
* Pero a medianoche los comercios comenzaron a cerrar así que, aunque los sanduceros hubieran seguido un rato más en el lugar, fue el momento de cada grupo de dirigirse a su alojamiento. Unos a El Poblado, una zona carenciada de Cali; otros al Apart Hotel de la Universidad Santiago de Cali (USC).
* Amanda Gómez, Augusto Colombo, Martha Oroná, Laura Juan y el escriba, en dos taxis, se dirigieron a la USC. Llegar no fue difícil, pero sí ingresar. En el área de recepción todo estaba oscuro y no había señal de guardia alguna. Colombo salió a recorrer el lugar en busca de una puerta abierta en la noche. No la encontró.
* Pasados varios minutos Gómez empezó a golpear las manos. Increíblemente primero se vio una luz y luego apareció alguien que alumbraba al grupo con su linterna. Dio las indicaciones para llegar a la puerta habilitada para ingresos nocturnos y allá fue el quinteto.
* Al llegar, de nuevo todo oscuro. Sin señales de guardias. Gómez usó la misma táctica y finalmente aparecieron dos, cuando ya todos se veían durmiendo en un hotel. Los guardias habían visto a los delegados sanduceros a través de un circuito cerrado de televisión. Así sí.
* Hace algunos días se indicó que Laura Juan es sanducera, lo que es un error. En verdad nació en San Javier y se trasladó a Paysandú cuando fue a iniciar sus estudios de Magisterio. Recuerda vivamente sus años en esa localidad de Río Negro, como descendiente de los rusos que allí llegaron en 1913.
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