Opinion | 25 Nov En las últimas horas el presidente José Mujica formuló reflexiones a propósito de los “resultados” del censo nacional 2011, con la particularidad de que todavía no se han procesado completamente los datos recogidos en los diecinueve departamentos, y no solo eso, sino que tampoco se ha terminado de hacer el relevamiento de campo.
El mandatario lamentó que de los datos que él maneja –que suponemos son los del Instituto Nacional de Estadística (INE), bajo cuya égida se realizó durante casi dos meses el relevamiento nacional— surja que en lugar de aumentar la población del país, hoy el Uruguay tiene menos habitantes que en 2004, en una cantidad del orden de las doscientas mil personas.
Incluso el jefe de Estado consideró que es también llamativo que no haya logrado aumentar la población pese a que se ha reducido sustancialmente la emigración y a la vez están volviendo muchos uruguayos desde el exterior debido a la crisis que se ha desatado sobre todo en Estados Unidos y España, por lo que evaluó que debe trabajarse más y mejor para captar uruguayos que tengan deseos de retornar, además de aumentar la natalidad.
Sin embargo, jerarcas del INE señalaron que los datos de que se dispone son todavía incompletos y que ignoran la procedencia o fidelidad de la información que maneja el presidente, como para poder inferir que hoy el Uruguay tiene menos población que hace siete años.
Incluso en estos días están saliendo funcionarios del instituto para visitar familias que se negaron a proporcionar información y que ahora están dispuestas a hacerlo, tanto en ciudad como en el interior departamental, y se estima que en esta condición estaría entre el 2 y el 5 por ciento de la población.
No es un dato menor, sobre todo si lo repicamos en los diecinueve departamentos. Ello da la pauta de que lo mejor hubiera sido esperar a tener un panorama claro antes de lanzar comentarios al viento, como si se estuviera hablando en familia, cuando en realidad se formulan reflexiones ante los medios periodísticos y el ciudadano, con toda razón, los recoge como palabra oficial.