Locales | 23 Nov Trabajadores de la empresa frutícola Costa de Oro denunciaron a EL TELEGRAFO que desde hace una semana un piquete de no más de diecisiete personas pertenecientes al sindicato Osdor impide la salida de cargamentos de arándanos del establecimiento cercano a Quebracho, lo que no les permite trabajar, y que por ende ya les ha causado severos perjuicios económicos.
En el caso de la empresa, la medida de fuerza ha hecho perder 40.000 kilogramos de arándanos de exportación, los que ya no podrán tener ese destino y por ende en el mejor de los casos deberán ser comercializados en el mercado interno, a precios muy inferiores a los que se obtienen en el mercado exterior. Los trabajadores María del Carmen Gómez, Silvia Raquel Leiva, Andrés Morales, Andrea Castro, Lorena Nataly Viera, Rosita Olivo y José Cufré, forman parte del grupo de ochenta personas de Paysandú que ingresaron a trabajar a través del contratista Washington Raúl Bianchi, los que antes de comenzar su trabajo habían acordado determinadas condiciones de trabajo, que incluyen el jornal de 459 pesos nominales, por nueve horas de trabajo –incluye el viaje de una hora en ómnibus todos los días-- y siete bandejas, en tanto a partir de ese número se les paga en forma adicional veinte pesos la bandeja y 25 a partir de la 11ª. Logran hacer diariamente entre veinte y 27 bandejas aproximadamente, lo que por lo tanto les permite más o menos duplicar la mencionada retribución.
En similar condición se encuentran los 120 trabajadores que vienen de Salto y los de Quebracho, los que hacen un total de trescientos trabajadores en la empresa para la cosecha de arándanos, fruta que como es sabido se exporta en contraestación al Hemisferio Norte, donde se pagan buenos precios sólo si se colocan en tiempo y forma en ese mercado, desde que el blueberry es muy delicado en el manipuleo y conservación.
Lamentablemente, según expresaron los trabajadores sanduceros, no se los consultó para considerar la medida de fuerza, que fue adoptada unilateralmente por los afiliados al sindicato, lo que afecta los ingresos de los trescientos que integran la plantilla laboral de la cosecha de arándanos.
“Queremos mantener nuestra fuente laboral, nosotros habíamos ingresado a trabajar en determinadas condiciones de trabajo, y se nos está cumpliendo”, manifestaron los obreros a EL TELEGRAFO, a la vez de hacer hincapié en que la postura de pedir el pago por encima de las cinco bandejas fue planteada sólo por el sindicato, que puso en marcha el piquete por decisión propia. “No estamos contra el derecho al trabajo de nadie, pero queremos que se respete también el nuestro”, subrayaron los integrantes del grupo de obreros sanduceros.