Opinion | 26 Nov Contrariamente a lo que podía esperarse teniendo en cuenta los antecedentes inmediatos, los datos recogidos en el marco del reciente relevamiento realizado por la Dirección Departamental de Salud en la ciudad de Paysandú y localidades del interior, indica que la prevalencia del mosquito Aedes Aegypti no ha aumentado a partir del último muestreo, que tuvo lugar en el invierno.
Precisamente los datos recogidos en la muestra LIRA, un mecanismo adoptado en nuestro país por el Ministerio de Salud Pública para establecer datos comparativos entre un momento y otro, a efectos de un seguimiento de la evolución de los parámetros –dejando así de lado los relevamientos casa por casa— dan cuenta de que en la ciudad en dos de cada cien hogares se cuenta con la presencia del mosquito Aedes Aegypti.
Este es el mismo porcentaje que se tenía en junio, con temperaturas muy bajas y escasas lluvias, cuando estamos ya con elevadas temperaturas propias de las cercanías del verano, y a la vez se han registrado frecuentes lluvias, lo que indica que el mosquito ha encontrado condiciones muy propicias para reproducirse y sin embargo su población se ha mantenido prácticamente invariable en cuatro meses.
De acuerdo a las autoridades departamentales del área, teniendo en cuenta que la fumigación tiene un efecto muy relativo y solo abate al mosquito que en ese momento está en vuelo, esta mejora debe explicarse por una gradual concientización del ciudadano y al trabajo de descacharrización y limpieza de recipientes que se ha desarrollado en los últimos meses, lo que ha dejado al insecto con menos posibilidades de reproducirse en su hábitat.
Es un aporte positivo, considerando que el avance de la población del mosquito se ha registrado por falta de involucramiento de muchos vecinos en las acciones preventivas. Igualmente esta mejora debe tomarse con pinzas, al fin y al cabo, desde que ante estas condiciones un descuido en las acciones preventivas puede dar lugar en el momento menos pensado a una explosión en la población del vector del dengue, por lo que debe encararse una reafirmación de los esfuerzos, en el convencimiento de que esta es la senda a recorrer.