Paysandú, Martes 29 de Noviembre de 2011
Locales | 27 Nov Haz lo que yo digo,
pero no lo que yo hago
Observando un reportaje al Sr. Juan Castillo nos instruía sobre lo mucho que ha crecido la producción y las ganancias de las empresas mientras que los empresarios sólo saben quejarse, los trabajadores no han visto crecer su salario. Puede que así sea. Ahora la razón, más segura que probable de esta falta de progreso, han sido los impuestos en especial al trabajo (IRPF-Fonasa), que se han implementado desde el gobierno impidiendo su crecimiento.
Por otra parte sin embargo, donde el gobierno es patrón, no sólo que no han crecido sino que pretenden bajarlos como por ejemplo en la banca estatal, donde se recaudan millones de dólares a costa en su gran mayoría de empleados públicos, jubilados y empresas privadas con las que se firman convenios, a los que se les cobra intereses leoninos para el nivel de inflación y los bajos intereses, casi nulos, que se pagan a las colocaciones de dinero. Con un riesgo prácticamente de un 0% debido a que las cuotas se descuentan automáticamente del sueldo.
Tampoco se toman funcionarios para mejorar la atención del cliente, y se reduce la cantidad de cajas por el costo salarial que les implica un cajero humano.
En definitiva no se considera al cliente, no se considera al funcionario, y el gremio que supo ser tan combativo con otros gobiernos, ahora se ha vuelto inactivo e irresoluto, debido a que el 50% de su dirigencia es prácticamente personal de confianza del gobierno. Sólo se moviliza en última instancia para no perder a sus votantes, que lamentablemente siguen siendo engañados con el no se puede, y que hay que conformarse con lo poco que le ofrecen. Seguramente con la expectativa de obtener un cargo bien remunerado ya sea dentro del banco, o fuera de él en algún directorio como por ejemplo el de ASSE, por haberle hecho bien los mandados.
Lo que hay que reconocer es la astucia para acomodar y comprometer gente con su línea de gobierno, para darle un baño de transparencia se realizan exámenes que lejos de ser objetivos a la hora de medir la capacidad del funcionario dejan muchas dudas, porque donde se debería utilizar centros de estudio ajenos a la empresa para determinar al más apto, en realidad se implementan y controlan por funcionarios de la misma institución con puntajes parciales que ellos determinan, y que de transparentes no tienen nada. Tal parece que se pretende dejar una línea de mandos burocráticos que les haga más fluído su manejo y para que si algún día se pierde el gobierno, se mantenga el control de la burocracia estatal, porque como lo dijo claramente el Sr. Presidente: “nosotros pasamos”, refiriéndose a los cargos políticos, mientras que los burócratas de los entes y empresas públicas se mantienen en sus cargos.
Y es que la izquierda en su mayor parte siempre ha sido igual, generosa con lo ajeno, pero con lo propio o con lo que debe administrar, únicamente lo reparte entre sus seguidores y cuidado con reclamar algo, pues todo aquel que se le atreva es un oligarca y si es a través de un gremio, deja de ser un sindicato y pasa a ser una corporación con reclamos injustos.
Recordemos por poner algún ejemplo de empresa dirigidas por izquierdistas reconocidos, los duros conflictos con sus respectivos trabajadores que se vivieron en el diario La República, o para los más memoriosos remontándonos algunos años más atrás una radio montevideana dirigida por un senador, (hoy ya desaparecido), del sector denominado en aquel momento Democracia Avanzada (denominación que debió utilizar el Partido Comunista en razón de vivirse por aquellos tiempos lamentablemente una democracia tutelada como consecuencia de haber salido el país de una dictadura reciente). Y que no se les ocurra ocupar una empresa estatal a los trabajadores, porque son inmediatamente retirados por la fuerza. Lo que me parece correcto porque esto ya excede el derecho de los trabajadores, pero que además se decrete o se amenace con decretar servicio esencial todo conflicto que moleste al gobierno es demasiado.
Mientras que en el terreno privado con la excusa de que peligra ser vaciada la empresa, se permite la ocupación donde insólitamente muchas veces ni siquiera dejan entrar al dueño. Para evitar el vaciamiento de la empresa existe el Poder Judicial y los escribanos para labrar actas y no son los trabajadores los que deben tomar la justicia en sus manos. También exhortan a firmar convenios que deben cumplir empresarios con trabajadores, pero a la hora de ser ellos los que deben de cumplir esta premisa, no sólo se colocan en una posición intransigente sino que además no respetan lo que firmaron según les convenga. Esto es la intolerancia y la soberbia de quien se cree el dueño de la verdad y la justicia social.
Los dirigentes gremiales deberían tener prohibido manifestarse en forma política partidaria y mucho menos ir y venir ocupando cargos gubernamentales y sindicales, pues ellos están para defender el derecho de todos los trabajadores, frentistas, blancos, colorados, independientes, anarquistas, etc.
Por lo tanto, mientras fueran dirigentes ya sea del Pit Cnt o de cualquier gremio en particular, no deberían definirse ni ocupar cargo político alguno, que implique defender ninguna otra clase de intereses que los de sus agremiados; y de lo contrario, renunciar en forma indeclinable al cargo sindical, porque no se puede estar en la misa y en la procesión al mismo tiempo, esto raya en el filo de la corrupción y se presta a conspiraciones, y manipulaciones donde los únicos perjudicados son los que éstos deben defender: la masa de los trabajadores.
Javier Pizzorno
Solicitada
Mi nombre es David Mendez Ruíz Díaz, tengo 33 años, casado, tengo un hijo, soy de Villa Quebracho y trabajo en la empresa Costa de Oro S.A. Actualmente cumplo dentro de la misma, la función en rubro de Riego y soy el encargado en éste.
Actualmente sigo realizando tareas dentro de la empresa a pesar del conflicto que ésta y la organización gremial, mantiene.
Quiero aclarar algunos puntos, muy a mi entender, ya que plantearé mi visión personal del tema.
En primer lugar figuro como un integrante del gremio de trabajadores, que más adelante explicaré porqué “figuro” así, y en segundo lugar que NO estoy de acuerdo con la ideología que imponen hoy las medidas de corte o piquete a la salida de la portera de entrada al predio de la empresa mencionada.
Porqué no estoy de acuerdo: el simple hecho de “imponer” a la fuerza una petición ya no me agrada, porque mi manera de pensar no es de esta manera, soy quien piensa en soluciones basadas en el dialogo inteligente y con el objetivo de antemano para concluir en un acuerdo de buena voluntad pero también razonable. Estos conflictos tienen como consecuencia en la mayoría de los casos, pérdida de días laborales para prácticamente todas las personas involucradas a la empresa, pero repercute más aún al pensar que hay quienes sí quieren trabajar pero de alguna manera u otra no lo están haciendo, y su voto parece no influir, porque si estamos todos de acuerdo en no trabajar sería entendible, pero si hablamos de que no es así, no creo sea un medio viable.
Hago un paréntesis dentro del “No estoy de acuerdo”; si bien un controlador dentro de una empresa, llámese gremio u otro, no está mal y creo que es bueno que lo haya, ya que se ha logrado buenos resultados y agradecidos a mi entender estamos todos, hay ideas como el actual corte que no comparto, y no voy a compartir por las razones explicadas anteriormente, ya que si estuviera de acuerdo en todo pasaría a considerarme un fanático, y creo tener mi personalidad y voto como ciudadano pensante, por lo cual cuando una idea no concuerda con mis principios no la sigo.
Continúo y salgo del paréntesis; me he dado cuenta que los buenos principios (incluyo a quienes me han hecho lo que soy, mis padres) siempre desencadenan buenos resultados, incluyendo en estos el respeto, el buen actuar, el trabajo como medio de vida, la voluntad para realizar las tareas que sean necesarias, y todo lo que se me pueda ocurrir para llevar esto de la mejor manera posible. Son lo que hoy me enorgullece en recordar los logros que se obtienen cuando se pone en práctica todo esto. Siempre he obtenido los resultados de las peticiones hacia la empresa ya que hemos dialogado de buena fe, confianza y voluntad. Creo haber solucionado prácticamente en su totalidad las solicitudes que la gente que trabaja a mi cargo me ha planteado inclusive para mí mismo, incluyendo en esto una buena razón más para no tener que llegar al extremo de imponer a la fuerza, ya que no he tenido que hablar más de una o dos veces para conseguir lo que he solicitado.
¿Por qué sigo trabajando a pesar de las medidas actuales?, creo lógico de parte de la empresa que haya tareas que se deban seguir realizando mientras este conflicto continúe y no tengamos personal para realizarlas. En mi caso es esencial la continuidad del riego ya que plantea a futuro el rendimiento de la producción para el año venidero, no dejando de lado ni en importancia por supuesto, las tareas que realizan los demás compañeros que actualmente están hoy trabajando y es por eso que están. Pero por otra parte tampoco descartar el hecho de que estamos porque quienes nos contrataron en un principio hoy reconocen las labores y han puesto en confianza lo que hemos logrado; y también por la razón más simple pero esencial que es la económica, la cual nos engloba a todos.
Al principio dije estar figurando como integrante del gremio, y como ustedes habrán leído y concluirán no concuerda mi pensamiento con los de éste. ¿Por qué soy integrante entonces?, es por lo siguiente, ya hace un tiempo cuando el gremio se formó, y destaco nuevamente, logró sus objetivos pacíficamente, fue cuando apoyé estas ideas que por medio de una firma agrupaba a una determinada cantidad de trabajadores con el mismo objetivo, lo que me pareció y parece bueno. Lo que nunca me pareció bueno es que de un momento a otro y luego de esta firma se me incluyera dentro de los integrantes del gremio asociando esta firma como método para contenerme sin preguntar si quería estar o no en éste. Pero al sentir que apoyaba causas justas, entendí que podía servir.
Hoy no lo creo así, no con estas ideologías, por eso tengo decidido dejar de ser parte del gremio.
Concluyo: Tengo presente siempre que hay formas más adecuadas y no conflictivas para resolver los problemas, que en definitiva siempre los hay, pero que tienen solución. Sí estoy de acuerdo con las organizaciones que buscan y acuerdan soluciones inteligentes y pacíficas, que destacan las facultades humanas y nos recuerdan que juntos podemos. Pero también me esfuerzo por lograr evolucionar como ser humano al creer que cada uno es parte de un pensamiento único y que no se quiebra por la inducción del miedo a decir yo soy diferente ideológicamente y esto me sirve o no, porque eso nos hace seguros. para destacar nuestras personalidades.
Y por último no pretendo con esto destacarme ante nadie, solo despertar el interés de aquellas personas todas, que se esfuerzan por mantener los ideales morales y laborales ante un conflicto o problema.
Pero por sobre todas las cosas, compartir algo que me pareció tan sencillo y reflexivo a mí entender, como lo es la cultura laboral de generaciones anteriores y que hoy se está perdiendo, queriendo ganar más y trabajar menos.
David Méndez
Recibimos y publicamos
La Comisión directiva del Centro Bella Vista, desea aclarar sobre las manifestaciones del Sr. Edil Meireles, el miércoles 9 en la Junta Departamental y recogidas por diario EL TELEGRAFO, referidas al no funcionamiento de la biblioteca de dicho Centro Cultural.
De acuerdo a lo manifestado por la Directiva, la información es incorrecta ya que esta biblioteca está funcionando a pleno, atendida por una funcionaria municipal.
Invitamos a que el Sr. edil se sirva visitar la biblioteca y salones de clase, para luego opinar correctamente.
Comisión Directiva
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