“¿La verdad?, No pasa nada”

Rurales | 24 Nov “No hay quien pueda con los robos que sistemática e impunemente realizan en la Estación Experimental ‘Dr. Mario A. Cassinoni’ (Eemac) de Facultad de Agronomía, situada nada más y nada menos que enfrente a un destacamento policial”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Gianni Bianchi, realmente molesto porque “no pasa nada”.
Agregó que a los robos sistemáticos “se agrega el ataque, también periódico de jaurías de perros (no tan simpáticos) que destrozan en cada visita no menos de 10-12 animales, entre los que matan y los que mutilan, resultando cada vez más difícil mantener estos animales”.
“Hasta ahora hemos procedido a realizar todas las denuncias correspondientes”, explica el docente e investigador de la Eemac, “hecho que trae como consecuencia un rápido y a la vez corta respuesta policial que consiste en recorrer el área por algunos días, para luego volver de nuevo al punto de partida: más robos y más ataques de perros que aparentemente no son de nadie”.
“Vale la pena aclarar, como ya lo hemos hecho en reiteradas ocasiones”, sostiene Bianchi, “que con la muerte o mutilación de un animal experimental, no sólo se pierde el valor de mercado de su producto, sino también todo el conocimiento generado hasta ese momento, sin considerar la pérdida del animal en sí”. A pesar de esto último, “nunca escuchamos ninguna sociedad protectora de animales --de las que comúnmente se indignan porque matan o abandonan una perrita o un gatito o un loro--, que proteste porque una majada es diezmada por una jauría de perros o por un par de delincuentes que en la mayoría de los casos, roban como negocio”.
“El tema hace tiempo que está encima de la mesa y no hay quien lo resuelva”, indica. “Lo que resulta a todas luces claro es que la denuncia a las autoridades policiales se ha transformado en un trámite que no sólo no da resultados, sino que genera más molestias a quien resulta perjudicado frente a los infractores”.
El integrante de la Cátedra de Ovinos y Lanas de Facultad de Agronomía subrayó que para los perros que ya superaron la inamovible población uruguaya de tres millones, debe haber tenencia responsable o sacrificio humanitario.
Para los robos de haciendas en centros experimentales, que además, compromete la investigación presente y futura, presencia policial sostenida y tratamiento judicial de acuerdo con lo que la realidad demanda.
incredulidad
Evidentemente molesto por lo que sucede con la investigación que en la Eemac se realiza desde el año 1996, Gianni Bianchi sostiene que “días atrás escuchaba en un informativo de la capital que en el marco de la nueva zafra de cruceros que visitan Montevideo y Punta del Este, se había instrumentado un operativo policial de 150 funcionarios --previendo aumentarlo para visitas sucesivas-- que supervisarán el paseo de los poco más de 300 turistas que caminarían por el puerto, la Ciudad Vieja y sus aledaños. Casi una relación de dos turistas por policías”.
“No está mal pensé, el turismo debe ser quizás o sin quizás, la industria sin chimeneas que más divisas genera al país, más incluso que el sector agropecuario que siempre aparece como el gran salvador de la economía nacional”, sostiene el profesional. “Sin embargo, inmediatamente después se me vino a la cabeza los reclamos de muchos liceos de Uruguay ante el Ministerio de Interior --embanderados al menos mediáticamente por la directora Bianchi del Liceo Bauzá--, para que de alguna manera alguien controle los abusos sistemáticos que ocurren en los alrededores, pero también adentro de las casas de estudio. Para esa tarea, parece que no hay policías o los que hay no son suficientes, que al final es lo mismo”.
“Salvando la distancia, porque de lo que trata esta nota no es la seguridad de personas, sino de animales, quizás no tan simpáticos como el caso --lamentable por cierto--, que ocupó gran parte de la semana pasada de casi todos los informativos nacionales referentes a la muerte de la perrita de Colonia, tampoco hay quien pueda con los robos en Agronomía”, finalizó diciendo.