Locales | 29 Nov QUITO, 28 (Por Enrique Julio Sánchez, enviado especial). El Taller de Teatro de Paysandú debutó con éxito en el Primer Festival Internacional de Teatro Callejero y volverá a presentarse el martes, horas antes de abordar el vuelo de retorno. En la Plaza del Teatro, un público entusiasta siguió con atención la puesta en escena callejera de “Puertas adentro”, de Florencio Sánchez, con las actuaciones de Zully García y Bettina Sánchez y la colaboración de Dulcinea Rodríguez.
La obra, típicamente callejera, pidió la participación del público, a través de sus opiniones, lo que fue muy bien recibido por los asistentes que formaron el clásico círculo en derredor de las actrices. El martes a las 16, en la Administración Quitumbe, volverá a presentarse el Taller, tras lo cual se trasladará al aeropuerto internacional de Quito, para volar de retorno a Uruguay, con arribo aéreo a Ezeiza.
Culmina así una nueva gira internacional de este grupo sanducero acostumbrado a representar al país. Se presentó en dos festivales internacionales (y no pudo hacerlo en un tercero porque fue cancelado) y realizó funciones en dos ciudades colombianas. El balance artístico es bueno, aunque quedan cosas por mejorar, especialmente en la puesta en escena de “Crimen y Castigo”, en las cuales el director Raúl Rodríguez espera trabajar antes del esperado estreno en Paysandú.
En lo físico exigió un gran esfuerzo, que al final de la gira se aprecia en los rostros cansados. La gira incluyó muchos traslados y pocos días de descanso, lo que hizo que la delegación debiera exigir al máximo sus físico para responder a la planificación prevista.
También esta gira dejará huellas imborrables de los paisajes apreciados, de los Andes, de las ciudades y pueblitos construidos entre montañas, de los cursos de agua generalmente cristalinos descendiendo con fuerza y velocidad desde las alturas. Y de la gente, amable, cordial, dispuesta a ayudar al visitante.
Asimismo, el recibimiento de quienes organizaron los festivales Sudaka 4 y Primer Festival Internacional de Teatro Callejero, así como de quienes organizaron las presentaciones en Pasto -el Aleph Teatro- como en Cali -Salamandra-, deja en el grupo no solamente agradecimiento sino fuertes lazos de amistad y cooperación.
Tras dos semanas en Ecuador y Colombia, el Taller de Teatro retorna a Uruguay -y a Paysandú- fortalecido en lo institucional y en lo escénico, en la medida que una vez más se comprobó que un elenco sanducero, que sale de un conglomerado teatral que no puede dedicarse exclusivamente a las artes escénicas, sino hacerlo sólo en sus ratos libres, puede acceder a puestas en escena capaces de ser representadas en la escena internacional.
Para la enviada de la Intendencia de Paysandú, la coordinadora de Cultura Laura Juan, también resultó productivo este viaje, porque pudo participar -desde el comienzo, la primera reunión- del grupo de directores de festivales de teatro, que le permitirá, si en Paysandú se dan las condiciones, impulsar intercambios que siempre resultarán fructíferos, en la medida que el crecimiento cultural se basa, entre otras cosas, en el conocimiento y experimentación de otras realidades.
La gira 2011 del Taller de Teatro de Paysandú queda atrás. Las historias contadas y las vivencias de cada integrante de la delegación enriquecen a cada uno en particular, al grupo y a la sociedad en general. En avión, en ómnibus, en microbus, en taxi, como sea, el Taller vino y expuso un clásico de la literatura llevado a la escena. Se lleva aplausos, pero especialmente lecciones. La vida enseña siempre. Desde y fuera de la escena.

VIAJERITAS
* Al llegar a la migración colombiana, se pide al viajero la comprobación dactilar electrónica. En un pequeño lector hay que poner el dedo índice derecho. Todos fueron pasando sin problemas, hasta que llegó el turno a Zully García. Pasó por el lector cuatro dedos, menos el índice derecho. Hasta que fue ayudada por el funcionario.
* En el ómnibus de retorno a Ipiales, quizás por ser un micro para 24 pasajeros, 10 de los cuales eran uruguayos, la delegación vivió un clima de alegría y diversión. Hubo mate, productos de panadería colombianos, anécdotas y canto (por llamarlo de alguna manera). Con la mejor onda, algunos integrantes usaban el MP3 de García y cantaban, cual gatos hambrientos, pero cantaban. Martha Oroná se llevó los mejores “aplausos” del viaje... de los gatos hambrientos...
* Varios integrantes de la delegación, incluido el escriba, sufrieron descompostura estomacal en el viaje de retorno a Ipiales. Ninguno había comido mucho, todo lo contrario, pero el efecto coctelera del ómnibus fue el responsable.
* Culmina con esta edición la cobertura de la gira 2011 del Taller de Teatro de Paysandú, por Ecuador y Colombia. Una rica experiencia que se agrega. Al terminar esta función, el agradecimiento, como debe ser. En primer lugar a EL TELEGRAFO y a los lectores. Luego a la Intendencia de Paysandú y a Ancap; a Daniel Camy, director de Ancap; al Taller de Teatro por haber aceptado al escriba como uno más de ellos; a los festivales internacionales por haber enviado una invitación que incluía al escriba; a todos quienes con tanta hospitalidad nos recibieron en Ecuador y Colombia; a mis hijos que son siempre el sostén en todo; a los compañeros que en Redacción y en secciones técnicas de EL TELEGRAFO brindaron un gran apoyo para que todo saliera lo mejor posible. Y a la vida, que como siempre sigue sorprendiendo y dando, dando, siempre dando.