Policiales | 01 Dic Un hombre de 62 años fue ultimado de un balazo por uno de sus hijos, de 32, con quien habría mantenido una discusión anoche, próximo a las 22, en las inmediaciones de 33 Orientales y Solís. Al arribo de la Policía, el hombre de 32 años confesó haber dado muerte a su padre utilizando una escopeta calibre 24, la cual fue requisada.
Vecinos de la zona Sur de la ciudad se sintieron consternados cuando, tras escuchar una “especie de explosión”, encontraron a Ricardo Luis Cardozo Damino, el carnicero del barrio, caído sobre la vereda de la finca de uno de sus hijos, aparentemente ya sin vida y con un disparo de arma de fuego en el pecho. En el lugar EL TELEGRAFO pudo saber que la víctima poseía una carnicería sobre la esquina de Solís y Montevideo, la cual atendía con uno de sus tres hijos.
De acuerdo a versiones extraoficiales, el ahora homicida había concurrido al negocio familiar en dos ocasiones en busca de su padre, indicando que quería hablar con él. Al retornar de realizar unos mandados, Cardozo Damino se dirigió a la finca de su hijo, ubicada en la esquina de Solís y 33 Orientales.
Fue visto ingresar por un vecino y unos diez minutos después salió, ocasión en que su hijo se asomó por una ventana de dos hojas y apuntándole hacia el pecho le efectuó un disparo a corta distancia. La víctima se desplazó unos diez metros hacia el Este, aparentemente con intenciones de pedir auxilio, pero desfalleció y cayó. Una joven que se encontraba en la vereda opuesta lo vio tendido en el suelo y pidió que llamaran al 911.
De inmediato concurrió personal de la Seccional Segunda, en cuyo móvil trasladaron al herido al Hospital Escuela del Litoral, donde ingresó sin signos vitales. Por su parte, tras la indagatoria en la escena del siniestro, el autor del crimen se entregó a la Policía.