Paysandú, Martes 06 de Diciembre de 2011
Opinion | 04 Dic Paysandú está indisolublemente unido al río Uruguay y por ende a la costa de éste. Sin embargo, no siempre la ciudad le ha prestado la atención que corresponde.
Bien sabemos de la trascendencia que para nosotros tiene el puerto, el desarrollo del transporte fluvial y en ese sentido se actúa actualmente con toda energía en procura de recuperar una actividad que fue clave en la economía regional.
Pero, si bien esto es como expresamos, hay otros aspectos relacionados con el río y nuestra costa que deben ser estudiados y repensados y actuar en consecuencia en razón del abandono en que se encuentran en algunos casos y la falta de inversión pública en otros.
Desde el punto de vista de las actividades de esparcimiento y de atracción turística en la costa del río Uruguay comprendida entre los arroyos La Curtiembre y Sacra encontramos “luces y sombras”.
Desde el punto más al Norte que aludimos, hasta “El Chorro” o “La Samaritana”, como se le ha llamado, sólo el pavimento de la costanera aparece como obra de servicio público ya que sucesivas crecidas han “borrado” intentos menores de parquizar el lugar. Sin embargo, es notorio que en cuanto las aguas lo permiten, cientos, acaso miles, de sanduceros encuentran en el lugar un espacio de esparcimiento. Aunque es cierto que el área verde está siempre impecable, debería repararse la senda peatonal de asfalto –a punto de desaparecer--, así como los carteles con información turística que se han borrado próximos al edificio de la CARU, y reponerse los mojones que delimitan la calzada. Pero también podría ser un buen aporte de cara al futuro crecimiento del balneario, formar un gran arenal desde cerca de la calle hasta el río –con aporte de la reguladora municipal--, y destinar los terrenos ahora inundables al otro lado del camino para discotecas, pubs y centros de encuentro nocturno para jóvenes, previo relleno de los bajos hasta la cota de 6 ó 7 metros. O hasta podría ser un barrio residencial, único en la ciudad con verdadera vista al paterno.
Encontramos luego, en la zona del Balneario Municipal servicios en general adecuados ya que se trata del lugar que ha recibido, criteriosamente, la mayor atención.
Más adelante estan los “canteros del Obelisco”, que más bien deberían rebautizarse “potreros”. Dado que al parecer seguirán siendo calles de circulación interna para siempre, lo ideal sería eliminar el centro de pasto-tosca-arena-barro y hacer una playa de estacionamiento adecuada. Se destacan luego dos instituciones que han trabajado mucho y muy bien. Tanto el Yacht Club como el Club de Pescadores ofrecen a sus socios y a visitantes servicios muy adecuados, pero –y aquí aparece un serio problema cuando se trata de fomentar fundamentalmente el turismo náutico-- ambas instituciones están prácticamente al límite de su capacidad para atender nuevas embarcaciones, cualquiera sea su porte. Por esto, ante tal circunstancia, demos un salto en el recorrido y vayamos a la zona más descuidada, abandonada podemos decir, pero que ofrece un enorme potencial para las actividades náuticas así como de baños y esparcimiento en general.
El Muelle de Alto Nivel, una obra pensada como alternativa para casos de inundación hace más de un siglo, ha perdido su razón de ser. Lo que podía ser un muelle adecuado para pequeños cargueros o el servicio de “lanchas” de aquella época hoy no podría recibir ni siquiera barcazas de porte medio, además de que la grúa portacontenedores así como buena parte de los servicios del puerto no podrían ser trasladados. Hoy ese espacio está cubierto por el abandono, la maleza y la basura, y hasta es ocupado por familias marginales.
Sin embargo, observemos con atención el área y veremos que resulta a todas luces posible transformarlo en una bahía de mucha utilidad para la náutica deportiva y turística. Sin posar de entendidos, creemos que básicamente se necesitaría hacer un trabajo similar a lo que se hiciera en la bahía del YCP, cavando hasta la profundidad adecuada y luego abriendo el canal de acceso, hoy cubierto de vegetación. Con una inversión de relativa importancia podría lograrse un nuevo servicio que además de resultar muy útil para visitantes transformaría o, mejor dicho, recuperaría la zona para la ciudad.
El proyecto podría ser encarado por la propia Administración Nacional de Puertos, la Dirección Nacional de Hidrografía, por inversores privados o por asociosiación público-privada, licitación mediante. Es decir, algo similar a lo que dicho organismo hizo en Salto donde llamó a interesados para licitar la explotación de servicios en la terminal fluvial del puerto y promover la actividad de cruce del río Uruguay en un entorno con prestaciones básicas que le permitan al turista información y traslados. De hecho, podría ser una gran solución para el Club de pescadores, que un pudo hacer su propia bahía por falta de espacio en el terreno de la sede.
Cabe recordar, por otra parte, la existencia del préstamo conocido como Mintur-BID, destinado a la mejora de la competitividad de los destinos turísticos estratégicos, el primer acuerdo entre el gobierno nacional y la citada institución internacional tiene por finalidad apoyar la generación de un marco proactivo de desarrollo turístico en el que se creen nuevas ofertas y productos turísticos en Colonia, Rocha, Serranías y la región termal capaces de atraer nuevos segmentos de la demanda.
En este marco, una de las áreas en las que se viene trabajando es el turismo náutico fluvial.
Tenemos un magnífico río, tenemos una hermosa costa, sigamos mejorándola para que todos podamos disfrutarla.
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