Nacionales | 01 Dic Iglesia vs. legisladores
Las afirmaciones de los representantes de la Conferencia Episcopal cayeron como balde de agua fría en los legisladores de la Comisión de Salud que impulsan el proyecto de aborto. Representantes de la Iglesia Católica acusaron a los legisladores de estar financiados por organizaciones internacionales que tienen como objetivo disminuir la población mundial.
Para la Conferencia Episcopal existe una organización internacional que presiona y financia este tipo de iniciativas en distintos lugares del mundo con el objetivo de disminuir la población mundial. “El fin es controlar la población y disminuir el número de personas para que grupos de poder financieros, como el Grupo Ford y la Fundación Rockefeller, entre otros, puedan, como monopolio financiero, dominar el mundo”, afirmaron Víctor Guerrero y Gabriela López en la comisión, según informó Últimas Noticias. Para la Iglesia, estas organizaciones ofrecen dinero a los legisladores para que aprueben este tipo de leyes.
“Es un verdadero disparate”, respondió la senadora socialista Mónica Xavier sobre el planteo. En el mismo sentido opinó el diputado colorado Fernando Amado, presente como invitado. “El planteo fue una falta de respeto. Fueron acusaciones desvirtuadas, muy poco felices viniendo de una institución que conjuga la postura de mucha gente. Yo no recibo órdenes de nadie y me parece que su posición es poco tolerante”, enfatizó.
“Fascista comunista”
Y el ex presidente colorado Jorge Batlle se puso muy activo en Facebook. Ahora las críticas estuvieron dirigidas al sindicato de Secundaria, al que definió como “fascista comunista” y acusó de pretender imponerse por medio de la violencia. Batlle publicó en la red social un artículo en el cual cuestionó que algunos profesores, “integrantes notorios de una minoría, han pretendido por la fuerza impedir la puesta en marcha de un programa educativo que procura mejorar los bajos niveles de formación de los jóvenes”.
Según informa el matutino antes citado, el ex presidente escribió que la actitud del gremio se distingue “por la violencia como instrumento de decisión de un asunto político, la falta absoluta de propuestas y la absurda y antidemocrática posición de creer que una corporación vale más que el pueblo, cuya voluntad se expresa a través de los partidos políticos”. Cargó las baterías contra el Partido Comunista y la senadora Lucía Topolansky. “El PCU solo obtuvo un senador, pero confía en que su dominio autoritario del sistema sindical le permitirá imponerse. La senadora Topolansky está de acuerdo con ellos, por eso se manifestó en contra de la directora Graciela Bianchi y apoyó abiertamente a los integrantes del Consejo de Secundaria: dos del MPP y el tercero comunista”, publicó.
Y arremetió nuevamente contra el gobierno: “Mientras desa loja sitios públicos ocupados al tiempo que permite la ocupación de lugares privados, muestra su absoluta debilidad para hacer vivir al Uruguay bajo las normas del Derecho y la Constitución. Golpeado por la realidad de las cosas, anda a la deriva”.
Sin censura
Como era de esperarse, el Senado desestimó por 14 votos (partidos tradicionales) en 29 (quince oficialistas), la moción de declaración de censura por los actos de administración y de gobierno del ministro de Salud Pública, Jorge Venegas. Pero sabiendo que no contaba con los voltos para habilitar la censura, el senador nacionalista Luis Alberto Heber tenía un plan B: la conformación de una Comisión preinvestigadora que analice las denuncias sobre la situación de ASSE.
No obstante, de acuerdo a lo informado por La República, algunos anuncios hacen presumir que no prosperará. Pero Heber ya mostró su próxima carta: la eventualidad de una denuncia penal en caso que no se pueda investigar en el ámbito parlamentario. En la argumentación en el Senado, Heber dijo que “se han denunciado cosas que han tenido trascendencia pública en estos días, con comentarios, repercusiones, y el tema no puede quedar únicamente en la interpelación, y hemos planteado la instancia de la solicitud de una Comisión Investigadora para analizar los hechos que nosotros denunciamos en sala y que a nuestro juicio no tuvieron respuesta por parte del ministro”.
Indefenso
El ministro Luis Almagro está un poquito dolido porque el Frente Amplio “no cerró filas” en defensa de la gestión en materia de relaciones exteriores. Durante un seminario organizado por la Comisión de Programa del Frente Amplio y la Fundación socialista alemana Friedrich Ebert , dijo que estar en el centro de la atención política fue un “gran problema” para su cartera.
Aseguró tener “diez páginas de logros, veinte de fracasos y treinta de acciones pendientes”. Explicó que en los casi dos años al frente del ministerio fue el “centro de atención política” debido a los temas que tuvo que afrontar. También habló de “intereses extra e intrapartidarios” que provocaron una apreciable “lentitud” para proceder en la reforma del Estado en su cartera.