Paysandú, Viernes 09 de Diciembre de 2011

Restos hallados en el Batallón 14 pertenecen al maestro y periodista Julio Castro; fue torturado y asesinado

Nacionales | 02 Dic Los restos óseos hallados en octubre en el predio militar del Batallón 14, en Canelones, en el marco de excavaciones en busca de indicios de los desaparecidos durante la última dictadura pertenecían al maestro Julio Castro, desaparecido en 1977.
“De acuerdo a las pericias realizadas se confirma que los restos óseos encontrados en el Batallón 14 de Infantería pertenecen al maestro Julio Castro”, afirmó el secretario de la Presidencia de la República, Alberto Breccia. “Una profunda conmoción y tristeza produjo este hecho en el presidente de la República, José Mujica, cuando se enteró de la noticia en el día de ayer”, dijo el jerarca.
De acuerdo a los datos difundidos por el Poder Judicial, en las investigaciones y pericias aplicadas a los restos no se pudo determinar la fecha precisa de la muerte, por el daño causado con la cal aplicada en el lugar. Las pericias permitieron descubrir lesiones en la región craneal y las vértebras cervicales. El informe detalla daños extensos en todo el cráneo, con un gran conjunto de fracturas y falta de algunos huesos, que corresponden con lo que se llama “estallido de cráneo”.
A nivel frontal se encontró un cuarto de circunferencia correspondiente al orificio de entrada de un proyectil de arma de fuego. Además, por la forma en la que está el cráneo el informe no descarta que haya habido más de un disparo.
Se estableció como causa más probable de la muerte el disparo de arma de fuego a nivel craneal, aunque por tratarse de restos esqueletizados no es posible establecer una causa de muerte certera. Luego, se descarta la accidentalidad o la lesión auto-inferida y se establece con certeza como causa de muerte el disparo realizado por una tercera persona. También se detectaron “ligaduras de ambas manos en posición anterior, con nudo fuertemente ajustado, así como un alambre asociado a la región de los tobillos”.
Breccia, en nombre del Gobierno, agradeció al antropólogo José López Mazz y a cada uno de los integrantes del grupo de investigación en arqueología forense. En ese contexto tuvo palabras de elogio para el equipo argentino de antropología forense que colaboró con pautas y guías metodológicas. También agradeció a las organizaciones de derechos humanos; al ex ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla y al actual titular de esa Cartera, Eleuterio Fernández Huidobro, así como el cuidado y el profesionalismo demostrado por los efectivos y autoridades del Batallón 14.
José López Mazz agradeció la confianza a la Universidad de la República y especialmente a la Facultad de Humanidades y Ciencias, a los estudiantes y funcionarios no docentes, en un proceso complicado como es la búsqueda de localización e identificación de los detenidos desaparecidos que ocurre en diferentes lugares, espacios y tiempos, bajo diferentes ópticas disciplinarias.
Los trabajos en el Batallón 14 se iniciaron en 2005 y en febrero de este año comenzó una nueva etapa a partir de excavaciones sistemáticas en diferentes zonas del predio. El 22 de octubre en la trinchera número 208 se localizó el cuerpo y, luego de las pericias de ADN, se comprobó que era el maestro Julio Castro.
Julio Castro fue un maestro de dilatada trayectoria, dedicado especialmente al desarrollo de las escuelas rurales. También fue fundador del semanario Marcha, desde el cual colaboró incesantemente por los derechos humanos y la equidad social. A causa de su labor, el gobierno de facto lo apresó el 1° de agosto de 1977. Según consta en las investigaciones, murió un 3 de agosto del mismo año a causa de las heridas provocadas en interrogatorios.
En el ámbito de la pedagogía nacional es considerado un referente. Su trayectoria docente se caracterizó por la concepción de la escuela rural abierta e integrada a los problemas de la producción. Castro concebía al educando como sujeto dignificado por el trabajo y no como un engranaje más de la economía.
El docente fue detenido el 1° de agosto de 1977 a manos del comisario Ricardo Zabala. Investigaciones posteriores recabaron testimonios de un periodista brasileño detenido en el centro clandestino denominado “La Casona” junto a Castro -Flavio Tavarez Freitas-, quien aseguró que el maestro uruguayo compartió su detención en el lugar. Durante la dictadura se difundió la versión de que el maestro había viajado hacia el exterior; también fueron falsificados documentos con su nombre.
En diciembre de 2009 la familia de Castro solicitó que la investigación judicial fuera excluida de la Ley de Caducidad de la pretensión punitiva del Estado. En ese momento el juez competente solicitó al Poder Ejecutivo que se expidiera sobre el caso, que finalmente fue excluido de la ley el 17 de agosto de agosto de 2010, por Resolución presidencial. Las investigaciones prosiguieron por vía judicial.
El 30 de julio de 2010 la ANEP, la Organización de Maestros por la Paz, la Fundación Mario Benedetti y la Asociación de la Prensa del Uruguay rindieron tributo al maestro Julio Castro. Durante la dictadura desaparecieron más de 200 opositores, en su mayoría en Argentina en el marco del Plan Cóndor.


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