Policiales | 06 Dic A casi dos meses de la rebelión y agresión a una encargada que terminó con el traslado de una interna a Montevideo, otro hecho de violencia se registró en el Hogar Femenino del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), donde tres jóvenes causaron daños en la propiedad. Ante esto, la Justicia resolvió internar a una de ellas en una dependencia con mayores medidas de seguridad en la capital del país.
Próximo a las 23 del domingo, la encargada del turno, de 45 años, denunció a la Policía que tres internas --de 16, 14 y 13 años-- se habían retirado sin autorización y a su regreso habían causado desorden, daños en la puerta de ingreso al local y en otra puerta que separa el living de una oficina. Personal de la Seccional Tercera y de la Dirección de Grupos de Apoyo acudieron al lugar y trasladaron a las jóvenes a la comisaría. Allí quedaron en celdas de seguridad, bajo la custodia de una funcionaria de INAU. En tanto, Policía Técnica efectuó el relevamiento fotográfico de las condiciones en que había quedado el lugar.
MENORES CONFLICTIVAS
Las menores infractoras son tres de las cuatro que el sábado 3 de setiembre arremetieron contra funcionarias del hogar, amenazaron a una de ellas con un cuchillo y lesionaron a la encargada. También se habían encerrado en uno de los dormitorios con dos pequeños y habían trancado la puerta con un ropero, en el marco de una tensa situación que se extendió durante unas cinco horas.
En tanto, el domingo 9 de octubre las jóvenes mantuvieron en vilo a la Policía, agredieron a una funcionaria y amenazaron de muerte a la directora de dicho establecimiento al amotinarse y causar varios daños, lo que motivó la intervención de integrantes del Comando Policial y de la Seccional Tercera. Esto derivó en el traslado a un centro de mayor seguridad de la “cabecilla” del grupo, de 17 años, que arengaba y tenía bajo su mando a las demás. En su ausencia, una adolescente de 16 años –hermana de una joven que fue procesada con prisión por hurto en setiembre, al cumplir la mayoría de edad-- tomó su lugar y quedó a cargo de la “banda”. Extraoficialmente se supo que ésta y su hermana --siendo menor-- han estado involucradas en hechos de prostitución y vinculadas a proxenetas y narcotraficantes con contactos en Europa.
La Justicia Penal y de Menores determinó el inicio de un proceso infraccional a cada una de las adolescentes por haber incurrido en un delito tipificado como atentado en reiteración real con un delito de daño. Una de ellas fue derivada a Montevideo para ser internada en un centro con mayores medidas de seguridad.