Opinion | 09 Dic El momento actual no es el mejor para Paysandú en general. Algunas industrias locales trabajan con muy buenas expectativas, otras se desenvuelven con dificultades y están las que se encuentran sumergidas en una crisis devastadora cuya solución, pese a los esfuerzos que se realizan, aún no se avizora.
Ante esta situación, resulta necesario, imprescindible diríamos, restablecer la presencia sanducera en los primeros planos del concierto nacional y regional. Y, para poder tomar ejemplo repasemos la actitud que asumieron quienes nos precedieron en el tiempo.
Cuando se terminaban de restañar las heridas causadas por el sitio de 1864 – 65 y se afirmaba una nueva etapa de trabajo y progreso, Paysandú volvió a estar en el primer plano internacional en mérito a su trabajo y esfuerzo. Fue así que se concretó la Exposición Feria de 1880. La muestra se desarrolló en la Plaza Constitución donde amplias galerías ocupaban las cuatro esquinas mientras que en un terreno adyacente se hallaba ubicada la parte destinada a la ganadería.
En el centro de la plaza se levantaba una pirámide en cuya cúspide había un gallardete de enormes dimensiones con inscripciones alusivas. En una galería presentaba los productos de agricultura en general, en otra, frente a 18 de Julio, la sección de Industrias y Artes, en una tercera sobre calle Montecaseros exhibía máquinas y vehículos de transporte. En la galería 4 estaba la sección de Ciencias a la vez que la 5, de calle Florida, fue destinada exclusivamente a la exposición de productos de industrias y artes montevideanas mientras que en el tinglado que ocupaba el ángulo noroeste de la plaza se mostraban minerales. El predio destinado a la muestra ganadera comprendía cuatro grandes galpones.
Luego estuvo la exposición industrial de 1925 en el marco de los festejos del “Centenario de nuestra Independencia”. La muestra se desarrolló en el inmueble que posteriormente ocuparía el Cine Astor, en 18 de Julio entre Libertad y Baltasar Brum, y se mostraba la primera fábrica de neumáticos del Uruguay, que estaba instalada hacía ya dos años en Paysandú. Dicho estand se encontraba al fondo del enorme local, destacándose netamente una gran cinta con los colores patrios que expresaba: “Fabricación Uruguaya”.
Mucho más conocida es la gran exposición de 1948, un acontecimiento que mostró a toda América el “Milagro Industrial” que estaban logrando los sanduceros. Aún hoy, afortunadamente, muchos coterráneos pueden describirnos personalmente la trascendencia de aquel emprendimiento.
Tampoco puede dejar de ser mencionada la Exposición Feria Internacional del Río Uruguay realizada en 1964 y de la que aún pueden apreciarse algunas construcciones, como los “ángulos” de la entrada en el predio que actualmente alberga el Departamento de Obras de la Intendencia Departamental.
Recordando estos y otros antecedentes, resulta claro que podría ser una buena idea la realización de una gran, gigantesca, exposición industrial, cultural, histórica, artesanal, y turística que en definitiva exponga todos los aspectos del quehacer actual y posibilidad del Paysandú que todos deseamos se desarrolle plenamente.
Aún tenemos mucho para mostrar en el aspecto industrial, productivo, laboral, artesanal. Transformemos la ciudad en su museo vivo para mostrar los recuerdos de la Defensa Heroica. Mostremos todos los momentos de la historia oriental acaecidos en Paysandú, desde la Conspiración de Casa Blanca, la presencia de Artigas aquí, la Villa de la Purificación, los distintos combates registrados hasta la Revolución del Quebracho. Exhibamos las posibilidades del turismo temático como hemos mencionado con los valores musicales que todos conocemos desde Gobbi a Sampayo y Los Iracundos. Presentemos los grandes autores sanduceros de todos los tiempos y los músicos y creativos de hoy.
En pocas palabras, presentemos en una gran exposición el Paysandú de todos los tiempos procurando que nos conozcan mejor y ganando con ello amigos, visitantes e inversores para que nos acompañen en nuestra marcha hacia el futuro.