Opinion | 11 Dic El primer incendio de dimensiones importantes registrado en el inicio de la presente temporada estival en Rocha, dejó en evidencia una vez más lo angustiante y peligroso que pueden ser este tipo de sucesos.
Las altas temperaturas y los vientos hicieron que en la víspera el foco ígneo se acercara a Punta del Diablo, mientras que bomberos y vecinos hacían los máximos esfuerzos para impedir el avance hacia los balnearios y las propiedades cercanas.
Se trata de un incendio en campos costeros y boscosos, que para su combate demandó el trabajo de más de ciento cincuenta hombres en zona de peligro y donde la fauna que intenta huir --entre ella muchas víboras venenosas-- aumenta la peligrosidad.
Además de las pérdidas de hábitat que representan hechos de esta naturaleza, también involucran cuantiosos gastos en combustible para desplazamientos y maquinaria. En este caso, trabajaron la Brigada Forestal, bomberos de Santa Teresa, Punta del Diablo y Castillos, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Intendencia de Rocha y un camión cisterna de OSE.
Aunque aún se desconocen las causas de este incendio, nunca está demás hacer un llamado de atención y a la responsabilidad de todos los ciudadanos y apelar a su conciencia para evitar incurrir en acciones que puedan poner en riesgo los espacios públicos y privados.
Cabe recordar asimismo, que está vigente el Edicto del Fuego que anualmente emite en esta época la Dirección Nacional de Bomberos y que, entre otras cosas, prohíbe las quemas y fija severas sanciones para los incumplimientos.
Más allá del rigor de las leyes vigentes en la materia, sería importante que cada uno de nosotros tomara conciencia sobre la peligrosidad que pueden tener acciones comunes y corrientes como quemar basura o yuyos en baldíos, e incluso, el simple hecho de arrojar un cigarrillo encendido desde la ventanilla de un vehículo. Recordar forma parte de nuestra responsabilidad social y bastaría para evitar situaciones no deseables y que pueden llegar a ocasionar severos perjuicios económicos pero también humanos.