Movimiento de
Educadores por la Paz

Locales | 08 Dic “El pacto de silencio entre militares y civiles que participaron en estos operativos durante la dictadura sigue absolutamente vigente y quien quiera ignorar que en este país hay un pacto de silencio, está ofendiendo nuestra inteligencia”, dijo el maestro Julio Arredondo, representante del Movimiento Educadores por la Paz, el cual junto a la familia Castro es denunciante en el juicio penal, que se desarrolla en el Juzgado de Primer Turno de Montevideo, sobre la desaparición y asesinato del reconocido docente y periodista uruguayo.
“Para nosotros la denuncia, pero también la recuperación de la figura, pensamiento y obra de Julio Castro, es un objetivo primordial, ya que consideramos que fue uno de los pedagogos más importantes de nuestro país y América Latina”, agregó Arredondo.
Respecto a la aparición de sus restos, dijo que “es una hilachita más de la verdad” en “un rompecabezas que estamos tratando de armar junto con la familia, ya que el pacto de silencio entre los militares y los civiles que participaron en estos operativos sigue absolutamente vigente”.
“La tarea que viene realizando el equipo de antropólogos y la fiscal Mirtha Guianze, y todos aquellos que de alguna manera tratamos de aportar para que aparezcan estas hilachitas de verdad, es un trabajo muy complejo y habría sido muchísimo más fácil si hubiésemos contado con la colaboración de quienes participaron en esto”, añadió.
“El pacto de silencio sigue absolutamente vigente y tal vez la aparición de los restos de Julio Castro ayude a romperlo. Lo que a nosotros nos ha parecido más importante es la conmoción social que se ha generado, la reacción de la gente que, en forma espontánea y con una organización mínima, ha logrado reunirse y realizar homenajes a Julio; lo vivido en Paysandú es una demostración de ello”. “Quien diga ahora que posiblemente se cometió un crimen porque hubo una ejecución cobarde a un hombre agonizante, que quienes murieron en la tortura no soportaron y por lo tanto son los culpables de haberse muerto y que las mujeres violadas no existieron, está mintiendo y está ofendiendo nuestra inteligencia”, afirmó.
Consultado respecto al trabajo de la Comisión por la Paz, consideró que “en cada etapa se hicieron aportes y más allá de las deficiencias que puede haber tenido el informe de esa comisión, fue el primer reconocimiento oficial de que Julio había sido secuestrado y torturado. Eso fue un reconocimiento que hasta ese momento no existía, y por lo tanto fue un paso hacia la verdad. Como decía Zitarrosa: ‘no hay cosa más sin apuro que un pueblo haciendo la historia’. Esto es así y por eso hablamos de hilachitas de verdad que van uniéndose unas con otras hasta formar la tela en su conjunto”.
Declaración
en el acto
Durante el acto, el representante del Movimiento de Educadores por la Paz leyó una declaración escrita el pasado viernes, al día siguiente de anunciarse la identificación de los restos de Castro, además de gigantografías con textos de cartas escritas por éste a Miguel Soler y que quedarán expuesta en el Instituto de Formación Docente.
La declaración expresó “el profundo dolor de saber detalles de un final terrible, más terrible aún de lo que imaginábamos. Creíamos posible que no hubiese soportado la tortura y que su frágil salud claudicara por la brutalidad con que era ejercida, pero no podemos comprender cómo alguien pudo torturar durante tres días y ejecutar cobardemente una persona agonizante. Tampoco comprendemos cómo muchos de los autores de semejantes bestialidades siguen sueltos caminando entre nosotros”.
Agregó que el impacto social que ha tenido el hallazgo de los restos del periodista y docente “sólo es comparable con los crímenes de lesa humanidad y reflejan que el pueblo uruguayo no ha perdido la sensibilidad, los valores y la solidaridad que Julio practicaba y predicaba”.
El próximo viernes 16 la Asamblea General realizará un homenaje a Julio Castro y el miércoles 21 en Salto habrá un acto similar al realizado en Paysandú.