Locales | 07 Dic A través del recuerdo de distintas facetas de su vida, así como de la importancia del legado de su obra, la comunidad educativa sanducera y numeroso público realizó un homenaje al maestro Julio Castro. Fue organizado por la Comisión Departamental de Educación de Paysandú y contó con la presencia de familiares del maestro Julio Castro, representantes de la Educación Pública y numeroso público.
Al inicio del mismo, en representación de la referida comisión, la profesora Silvia Grattarola, directora del Instituto de Formación Docente “Ercilia Guidali de Pisano”, dijo que ante la comunicación del hallazgo, el 1º de diciembre, de los restos del maestro Julio Castro en el Batallón 14, se resolvió convocar a maestros, profesores, funcionarios, estudiantes, padres y a toda la ciudadanía “para rendir homenaje al ciudadano ejemplar, al educador comprometido, a quien desde una postura rigurosa y desafiante de teórico y hacedor nos compromete a todos en la reflexión y en la praxis; a quien a pesar de todo no pudieron matar”.
A continuación leyó un cuento de Martín Generalli, titulado “El maestro que nunca venía”, que desde la ficción y a través de los ojos de un personaje niño evoca un momento del acto educativo --y metafóricamente un momento de la vida del país-- vinculado a la figura del maestro Julio Castro.
Posteriormente, Claudia Moreira, estudiante de Magisterio del Instituto de Formación Docente se refirió a la vivencia estudiantil del legado de Castro, en tanto a través de un video Laura Zardo también evocó su figura y fue leído un testimonio escrito por el maestro José Mello.
La maestra Mabel De Agostini, en representación del Consejo de Educación Inicial y Primaria hizo uso de la palabra y dijo que “no es fácil contar lo que estamos sintiendo los maestros de este suelo sanducero a partir de la noticia que hizo que hoy estemos acá, por tanto vamos a dejar, querido maestro, que hable el corazón, repleto de sentimientos encontrados”. Destacó el valor del pensamiento de Castro como “forjador de un verdadero pensamiento pedagógico nacional”.
Consideró que todo esto obliga a los maestros del siglo XXI a “mirarnos críticamente e interrogarnos qué estamos haciendo para no separar la educación de la vida, alimentar la escuela del entorno y contribuir a elevar la calidad de vida de los habitantes de cada lugar donde educamos”.
Luego se dirigieron al público el maestro Julio Arredondo, representante del Movimiento de Educadores para la Paz y Ariel Castro, nieto de Julio Castro, docente de la Facultad de Agronomía radicado desde hace algunos años en nuestra ciudad.