Por déficit de Ancap

Locales | 13 Dic Desde la medianoche los combustibles aumentaron un promedio del 5,9 por ciento, de acuerdo al decreto firmado ayer por el presidente de la República y los ministros de Economía y Finanzas e Industria, Energía y Minería.
El consumidor pagará desde hoy la nafta Premium a 37 pesos el litro, la Súper $ 35,60, la Especial $ 35,40, el Gas Oil $ 34,40, el Querosene $ 25,80, el Supergás $ 27,54 y el Fuel Oil $14,28. La información fue publicada en la página web de Presidencia, pero el decreto aún no estaba publicado, por lo que los demás valores (nafta de aviación, disolventes, propano y otros) se conocerán en detalle en los próximos días.
“Desde marzo cuando Ancap fijó las tarifas con una referencia de 105 dólares el barril, todo el año el petróleo estuvo a valores por arriba de lo que se había cotizado”, y eso lo asumió el ente, según dijo a EL TELEGRAFO el vicepresidente de Ancap, Germán Riet, justificando el aumento de casi el 6% que se registró a partir de la medianoche. El 3 de marzo el ente petrolero ajustó las tarifas en algunos casos aumentando y en otros bajando los precios, como en las naftas. En aquel momento, se consideró el barril de petróleo crudo “Brent” a U$S 105 y el dólar a $ 19. Sin embargo, “después hubo muchas variaciones, y el barril costó 123, 114, 116 y ahora está a 111 dólares, que es el valor que tomamos para sugerir los nuevos precios”.
Riet recordó que la decisión final de cuánto y en qué momento se deben aumentar los precios de los combustibles la toman el presidente de la República conjuntamente con los ministros de Economía y Finanzas y el de Industria, Energía y Minería.
Parte de los argumentos del ente para el aumento es que desde marzo “teníamos un déficit en Ancap”, que en parte fue minimizado porque “el Ministerio de Economía resolvió devolver parte del IVA de Ancap. Algo que no estaba previsto, pero igual se perdió plata”, explicó el jerarca.
Además, Ancap dejó de producir combustibles desde junio, cuando paró la refinería de La Teja para tareas de mantenimiento, por lo que debió importar combustible ya refinado desde otros mercados, particularmente la zona del Golfo y también desde Europa.
Esto implicó que “sigue perdiéndose plata al importar combustible refinado”, reconoció Riet, aunque dijo que “se supone que la refinería de La Teja empieza a trabajar en los últimos días de diciembre”.