Opinion | 20 Dic Una pieza publicitaria en televisión encendió la polémica respecto a la publicidad de bebidas alcohólicas. La gota que desbordó el vaso fue un spot publicitario del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), que según las voces críticas incita a un consumo desmedido e irresponsable.
Sobre las quejas de los licoreros y cerveceros se podría pensar que se fundamentan en la competencia que implica una publicidad que alienta el consumo de vino y es en ese sentido que el Inavi responde que es la reacción lógica de duros competidores del mismo mercado, que se sienten amenazados en sus espacios.
Aunque la publicidad está protagonizada por jóvenes de más de 25 años, que son el público objetivo de la campaña, el sólo hecho de mostrarse masivamente en medios de comunicación alentando al consumo de vino y, encima, con las estrofas de una canción que dice “Qué me importa, me es indistinto/ Que sea un blanco o que sea un tinto...”, se sumó a la discusión de voces discordantes de la de la Junta Nacional de Drogas, que desde hace tiempo viene alertando respecto al inicio cada vez más temprano de consumo de alcohol entre los adolescentes.
“Vemos que esta es una propuesta que promociona el consumo sin responsabilidad, por lo tanto está en las antípodas de lo que nosotros estamos planteando”, dijo en declaraciones a El País el secretario de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, quien anunció que ha solicitado una reunión al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, y al presidente de Inavi, José Lez.
La realidad indica que el alcohol es la droga más consumida por los adolescentes uruguayos. De acuerdo a datos de la última encuesta publicada sobre uso de sustancias en la educación media en Uruguay, un 75% de los estudiantes uruguayos cursando sexto año de liceo reporta haber consumido alcohol en los últimos 30 días. Esta tasa es 25 puntos porcentuales más alta que la tasa de consumo para la misma franja etárea en Estados Unidos.
En Uruguay uno de cada dos estudiantes de enseñanza secundaria reporta haber consumido alcohol en los últimos 30 días, una cifra solo equiparada en América del Sur por colombianos y brasileños, pero bastante más alta que la tasa de consumos en Argentina y Paraguay (con una prevalencia cercana al 40%) o en Ecuador, Perú y Bolivia (cuya tasa es menor al 30%), según un estudio de la investigadora Inés Balsa, de la Universidad de Montevideo.
En definitiva, el consumo de alcohol entre jóvenes uruguayos, no es algo que necesite fomentarse. Pero más allá de eso, resulta claro que en un tema tan importante como éste, el gobierno debe tener una única voz y evitarse que este asunto sea un caso más de que “como te digo una cosa, te digo la otra”.