Paysandú, Martes 27 de Diciembre de 2011
Locales | 21 Dic Preguntándome en voz alta
¿Qué clase de gremio decide que lo mejor y más le conviene a sus afiliados es no luchar y aceptar un convenio a la baja? Si a usted le dicen que vote un gobierno que será amigo de los trabajadores y luego le proponen rebajarle el sueldo con la aprobación de estos mismos que solicitan su voto, ¿qué nombre les cabe? ¿Traidor será muy fuerte? ¿O será justo por más que se enojen? Son perfectamente comparables con esa clase de personas que si se les presta algo, (en este caso el voto), cuando se les reclama devoluciones, se hacen los ofendidos, hasta dejan de saludarlo a veces. Algunos hasta quieren pelear, pero que golpeen a alguien o salgan golpeados no va a cambiar las cosas, ni va a limpiar su nombre. ¿A quién quieren impresionar? Somos pocos y nos conocemos. Así son los dirigentes sindicales de la lista oficialista de AEBU que tienen directa relación con el gobierno. Según dicen, relaciones carnales. Y si se los enfrenta e increpa sacan todo un bagaje de palabrería política para justificar lo injustificable e irse por la tangente, mostrando antiguas condecoraciones de un camino andado que hoy quieren desandar. Pensar que utilizaron y siguen usando la infraestructura gremial para sacar adelante este gobierno que hoy nos ningunea. Hoy debemos llamar a asamblea una o dos veces al mes con los costos que esto implica, para especificarles paso a paso el camino a seguir y las medidas a tomar, porque si es por ellos no mueven un dedo y cuando lo hacen es para justificarse con medidas que son más caras para los trabajadores que para el gobierno y lo único que buscan es desgastar al gremio.
Se mueven por ambiciones, primero personales, segundo políticas, tercero político sindicales y cuarto (o sea en última instancia) por las personas que representan, en la medida que todo esto sea útil a lo primero. Para terminar con estos trepadores con ambiciones de poder y no de servicio a sus representados, que son quienes les han permitido llegar a ser lo que son, hay que dejar de votar toda lista sindical que se identifique con color político alguno, cualquiera sea el color y cualquiera sea el gremio, si es que pretendemos tener un sindicato sano, entero y no dividido. Votemos las listas que se conforman con integrantes de todos los partidos y que están abocados únicamente a la defensa de sus agremiados. Debemos terminar con que los sindicatos se transformen en una herramienta de política partidaria para utilizarlo en provecho propio y como trampolín para ocupar cargos de gobierno. Javier Pizzorno, CI.: 3.520.524-1
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