Paysandú, Miércoles 28 de Diciembre de 2011

Opiniones

Locales | 28 Dic Solicitada
Hace un año Nacho y yo entrábamos al Sanatorio Modelo para una intervención rápida, programada con dos meses de anticipación, con todos los recaudos que se deben tomar ante un episodio como este (estudios, medicación).
Recuerdo su pelo negro al aire y su paso firme con su mochila a cuestas, con solo un pijama y un par de ojotas. Como madre rezongando de lo poco que traía, su contestación muy franca y contundente; “para qué más si solo serán 24 horas, mañana ya estaré en casa comiendo vacío jugoso”.
Hora 16: Salió todo bien, en unos 40 minutos más estará en sala, está en el post operatorio hasta que despierte y se lo controle. 16 y 50: seguimos esperando. 17 y 15: nos avisan que fue trasladado a CTI, edema pulmonar agudo y paro cardiorrespiratorio, en estado grave. 10 minutos sin atención, 15 minutos de reanimación hacen unos 20 a 25 minutos que Nacho no recibe oxígeno y su cerebro está severamente dañado.
Esto es un memorial de aquellas horas.
Hoy, a 12 meses seguimos aquí por él, por nosotros, por la gente que se preocupó y que lo ayudó, por la familia que siguió cada vez más unida, por su novia que nunca bajó los brazos y se viene cada fin de semana desde Artigas hasta aquí para pasar unas 30 horas con él, por su hermano que junto a su familia abandonó su trabajo en Tacuarembó y se vino para estar juntos, por Mariana su hermana menor que a pesar de todo, en octubre culminó sus estudios y estuvo firme acompañando cada hora de Nacho, por los enfermeros y nurses que siempre están con su gran cariño hacia todos y también a los médicos que continuamente refuerzan su trabajo para salir adelante, con paciencia y gran cariño, franqueza y comprensión.
Por esos amigos, compañeros de trabajo de cada uno, sindicatos y también a los que sin conocernos se acercaron y nos dieron su apoyo y sus oraciones. ¡Gracias a todos!
Pero queda una cuenta por saldar, “porque perdón no es olvido” y todavía esperamos de Salud Pública realice una auditoría a la historia clínica de Ignacio Langone Picart y que Comepa termine su investigación interna, separe de su cargo al responsable o los responsables, porque hay responsabilidades en esta desidia. Es un ser humano con una vida truncada y esto debe ser sancionado. Seguimos luchando por nuestro hijo y seguimos esperando porque creemos en la justicia; ¡y ésta se dará! Verónica Picart Bodeant

Recibimos y publicamos
Nos preocupa, y no
se debería aceptar
En este fin de año 2011, parece que hubiesen estallado junto a los próximos fuegos artificiales de los naturales festejos, estruendos más graves y preocupantes; tanto en lo que hace a la violencia como a la conciencia.
En el mundo árabe estalló una revuelta de hartazgo de opresión en múltiples sentidos, que hace impensable pronosticar cómo se reordenarán las respectivas sociedades en donde se produjeron.
Sí es claro que implicará transformaciones geopolíticas dramáticas, por tratarse de hechos de vital importancia para una población de credo musulmán, que constituye más del 20 por ciento de la población mundial. Ello arrastrará variables económicas, intereses militares, religiosos extremistas o moderados.
En los países donde se generen vacíos, éstos se llenarán por estructuras políticas dominantes de dichas culturas o continuarán las masacres a sus propios ciudadanos.
En ese entorno, nos situamos como observadores atentos y no como profesionales de ninguna disciplina sociológica que pueda vaticinar resultados. Incluso a economistas, analistas políticos, militares y grandes corporaciones de poder, les falte aún perspectiva histórica. Se debería seguir de cerca los acontecimientos y tener mucha cautela. 
Nos situamos en nuestra querida Montevideo, junto al televisor o navegando por Internet y miramos también con atención qué sucede en nuestra propia comarca y la latinoamericana respecto al tema anterior, en sus diferentes facetas.
Y específicamente relacionado con lo anterior, lo que nos asombra como uruguayos y como sudamericanos nos cuesta entender, es la complacencia de nuestra región con Irán. Es un país teocrático, lo rige la ley del Corán (Shaaría) e independientemente de cuadrantes geográficos y/o religiosos, no se sostiene en pleno siglo XXI su constante violación a los DD.HH.
Los atroces atropellos a los derechos humanos no tienen coordenadas diferentes porque se violen en Asia, América, Europa u Oceanía. La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas --cita la agencia noticiosa AP-- aprobó una resolución en la que denuncia violaciones graves a los derechos humanos en Irán, que van de azotamientos a amputaciones y al uso frecuente de la pena de muerte. Mohamad Jazai, embajador iraní ante la ONU, trató el lunes 19 de diciembre de 2011, de evitar un voto sobre la resolución, que no puede convertirse en ley, pero su intento fue repelido de manera aplastante.
La resolución, impulsada por Canadá, cita tortura y crueldad, trato inhumano o degradante, como ejemplos “graves y recurrentes violaciones de derechos humanos” en Irán. También señala ataques a defensores de derechos humanos, inequidad y violencia contra las mujeres, y discriminación contra minorías religiosas y étnicas.
El organismo internacional de 193 miembros adoptó la resolución por votación de 89-30 con 64 abstenciones.
Votaron a favor de la condena: Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Belice, Haití, México, Honduras, El Salvador, Panamá. Votaron en contra de la condena: Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Cuba. Se abstuvieron: Brasil, Guatemala, Paraguay, Trinidad Tobago y Uruguay.
¿Qué quiere decir abstenerse?  ¿Aceptamos la lapidación, siempre que las piedras sean más chiquitas? ¿La horca a los homosexuales en tanto sean “muy homosexuales”? ¿El asesinato de los disidentes ideológicos en tanto discrepen en voz alta o con mucha frecuencia? ¿Las mujeres uruguayas, cubanas, colombianas, brasileras o peruanas tienen más derechos que las iraníes? Ídem los homosexuales, los hombres y mujeres de religiones o ideologías diferentes. ¿Las niñas quizás, las nuestras latinoamericanas, tienen más derechos que las iraníes?
¿Abstenerse tiene sustento jurídico internacional y diplomático? Probablemente sí, pero en este caso no tiene soporte humano, ni moral.
¿Tiene validez actuar en política internacional de acuerdo a cálculos geopolíticos económicos? Sí, pero los valores humanos no son cuentas matemáticas y aquello “que mis derechos terminan donde empiezan los de los demás”, no prescribe ni en español ni en persa. No franqueamos esas barreras matando al otro. No es ético aprobárselo “a medias” a los iraníes.
No comprendemos, ni entendemos cómo alguien pueda aceptar, que lo más noble que les enseñamos a nuestros hijos por la vida, el respeto al prójimo, la sana convivencia y los derechos a la diversidad, se lo lapide, azote ni se lo ahorque por expedientes de cancillerías. Comité Central Israelita del Uruguay

Solicitada
Sr. Director.
Me dirijo a usted con el fin de solicitarle el derecho a réplica por las manifestaciones vertidas por el intendente Bertil Bentos en su diario en cuanto a los ilícitos que se habrían comprobado en el Cuerpo Inspectivo de la Intendencia de Paysandú. Voy a aclarar que todo lo que sigue es absolutamente personal; no defiendo a nadie, solo hablo por mi persona. Yo soy uno de los “ex funcionarios infieles que salpicaron la comuna con ilícitos, que fueron separados de sus cargos y que por suerte no pertenecen más a la Intendencia”, de acuerdo a las palabras del intendente.
Mi nombre es Steve Medina Speroni, vivo en esta ciudad desde que nací, he trabajado en infinidad de ocupaciones, de taximetrista, de repartidor, en el área forestal, etcétera, etcétera.
Por mis trabajos siempre he estado en contacto con mucha gente, por lo tanto medio Paysandú me conoce; en infinidad de oportunidades por razones de mis labores he tenido que manejar valores monetarios y de todo tipo; he tenido vehículos a mi cargo, tanto utilitarios para transporte de personal, como maquinarias forestales de alto valor; siempre he tenido excelentes referencias funcionales de mis empleadores y nunca mis manos han estado sucias de otra cosa que no sea grasa, tierra, polvo o el sudor producto de mi trabajo. Mucha de la gente honorable de esta ciudad puede atestiguar esto que digo. Por eso no puedo comprender en qué parte de qué mente entra que a mí, después de haber tenido muchas cosas valiosas para robar si hubiese querido ser ladrón, después de sufrir un largo peregrinar administrativo para inscribirme para conseguir un trabajo y de soportar una rigurosa selección para acceder al puesto de Inspector de Tránsito, de pronto me hubiese decidido a robar chatarra para vender. ¿Para lograr qué rentabilidad?
Por esa causa, profundamente indignado pregunto: ¿qué autoridad cree que tiene el intendente Bentos para llamarme ladrón, deshonesto o infiel? ¿Acaso algún artículo de la Constitución o del Código Penal lo ampara para “salpicar” al montón sin tener un conocimiento cabal de lo ocurrido? ¿Preguntó algo antes de hablar? ¿Sus directores lo asesoraron? ¿Acaso le dijeron que me sorprendieron llevándome algún repuesto? ¿Incautaron en mi domicilio algún elemento de prueba para inculparme? ¿Alguna persona atestiguó haberme visto vendiendo chatarras? Claro… el va a escudarse diciendo que se maneja con el veredicto del juez.
Pero cuando le hice estas mismas preguntas al señor juez de la causa, me manifestó que en realidad no había nada pero lo que pasaba era que una persona me vio concurrir supuestamente a un lugar determinado y que por esa causa me iniciaba el proceso judicial, que éste es provisorio y que si demuestro mi inocencia se revoca. Me asombró mucho eso, porque tengo familiares y amigos policías, y siempre me dicen que aunque sorprendas a alguien con las “manos en la masa”, si no se le presentan a los jueces todos los elementos de prueba suficientes del delito, estos no inician el proceso y ponen en libertad a los actores.
Eso no sucedió conmigo, yo fui detenido, incomunicado y procesado sin haber o existir elementos de prueba que demostraran que me hubiera “apropiado y convertido en mi provecho o en el de un tercero, dinero u otra cosa mueble que le hubiese sido confiado etcétera, etcétera, etcétera…” y todo lo demás que reza en el artículo 351 de Código Penal.
En nuestro país rige la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario y el procesamiento no es condena.
Sr. Director, le pido por favor que me conceda este derecho al “pataleo” como comúnmente se dice, por esta injusticia que se cometió con mi persona y que está afectando gravemente a toda mi familia. Todo lo demás, la apelación legal, recién dentro de dos meses por causa de la feria judicial, y la acción legal a la Intendencia por daños y perjuicios morales lleva muchísimo tiempo y mientras tanto las noticias se siguen difundiendo y aunque sean erróneas y sin fundamento, al final se terminan por creer como ciertas. Steve Medina Speroni

Recibimos y publicamos
A Milton Wynants
Quiero hacer público mi agradecimiento y resaltar la invalorable y desinteresada ayuda recibida de este hombre, joya del ciclismo uruguayo, poseedor de un inacabable conocimiento de su trabajo como entrenador. Por su apoyo moral y el gesto bondadoso de prestarme su bicicleta, por ser mediador ante las autoridades, a quienes agradezco, para poder hacer uso del velódromo.
También quiero compartir y dedicarle la alegría de mi triunfo. No es la primera vez que ha estado a mi lado entrenándome; a principio de este año conseguí el título de campeón mundial y récord mundial y recientemente en los Parapanamericanos de Guadalajara 2011 quebré mi propio récord por segunda vez y el oro en mi pecho nuevamente consagrándome campeón parapanamericano en la prueba de pista kilómetros. Milton Wynants, gracias por todo, pero sobre todo gracias por mostrarme la humildad de los grandes. Rodrigo F. López, ciclista paralímpico argentino


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