Opinion | 29 Dic El presidente José Mujica firmó, la semana pasada en un acto especial en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo y ante la urna que contiene los restos mortales del general José Gervasio Artigas, una resolución que habilita la expropiación del solar donde estuvo enclavada Villa Purificación con la finalidad de crear el Parque Nacional previsto por una ley que fue aprobada hace ocho años y que declara al lugar como Monumento Histórico Nacional.
El Poder Ejecutivo dispuso que la expropiación del solar donde estuvo enclavada Villa Purificación se realice por el mecanismo de la declaratoria de urgente ocupación, a la vez que encomendó a la Dirección Nacional de Topografía del Ministerio de Transporte y Obras Públicas llevar adelante el procedimiento correspondiente.
Tras señalar una larga lista de motivos que avalan la resolución del presidente de la República y el Consejo de Ministros en relación a la expropiación de dicho solar, Mujica resolvió designar “para ser expropiadas por causa de utilidad pública, declarándose urgente su ocupación, dos fracciones de terreno ubicadas en la cuarta sección catastral, zona rural, departamento de Paysandú, señaladas en el plano parcelario del ingeniero agrimensor Umberto Curi Lara de fecha 5 de diciembre de 2011, cuyos números de padrones en mayor área son el 4.980 y 4.983, que fueron declarados Monumento Histórico por el artículo sexto de la ley 17.631 del 7 de mayo de 2003, a los efectos de la creación del Parque Nacional de Purificación”.
A partir de este momento, se abren entonces dos instancias importantes. Por un lado el proceso expropiatorio que puede llegar a ser largo, y por otro, una etapa de vital importancia para el futuro del lugar y que refiere al diseño de un proyecto para concretar el referido parque nacional.
En este sentido, actores locales como la Comisión Departamental de Patrimonio y la Intendencia, están solicitando a las autoridades nacionales --y con razón-- la participación en las instancias de definiciones que se avecinan.
Por su parte, el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, de quien depende funcionalmente la Comisión Nacional de Patrimonio, dijo que la idea es trabajar con los actores nacionales y departamentales para “dar la mayor relevancia al proyecto”. Es de esperar entonces que al iniciarse un nuevo año puedan registrarse avances significativos en este sentido.