“El agua se va día a
día en forma imponente”

Rurales | 08 Ene Después de una primavera que se puede catalogar de buena a muy buena, los campos de Paysandú, fundamentalmente los ubicados en el Este del departamento, están sintiendo el rigor del clima. Mientras algunos productores indicaron a EL TELEGRAFO que el panorama es “preocupante”, otros manifestaron que la mayor complicación es el agua, que “día a día se va de forma imponente”. “La situación de los campos se está presentando preocupante, ya hay una seca que se está notando, con una merma en la calidad de las pasturas, las mismas aguadas están mermando y los pronósticos del tiempo no son nada alentadores y se anuncia que recién se estabilizaría sobre fines de febrero o marzo”, precisó Giancarlo Menegazzi, productor de la zona de Merinos.
“En la primavera llovió bien, aunque no todo lo que debería”, dijo. “Se pudo hacer reserva de pasto, los animales recuperaron estado; por ese lado la primavera fue agradable y bastante buena. Pero el problema es que a partir de noviembre y diciembre llovió muy poco, hecho que ocurre en los días más largos del año, con mucho calor, viento, sol y poca agua”, añadió.
El productor de la zona sureste del departamento precisó que “pasto queda, pero entramos en la etapa en donde se quiebra solo y el ganado caminando lo empieza a quebrar, por lo que comienza a perderse”. Reconoció que se observan “muchas grietas, manchones amarillos intensos en el campo, que es cuando está totalmente seco, por lo que la cosa no está muy linda”.
Respecto a las aguadas, dijo que hay tajamares que “ya se están secando y otros con muy poca agua. Los que son más grandes y con mayor capacidad, todavía aguantan, pero aquellos que se hicieron hace algunos años ya están secos, al igual que cañadas y algunas vertientes que comenzaron a perder la fuerza”. Sostuvo que en la zona no hay muchos cultivos de verano. Sí reconoció que se cosechó “mucho trigo. Aparentemente fue una muy buena trilla porque pasaron muchos camiones cargados”.
El agua
En la zona de cuchilla San José, zona de campos altos, quebrados, llovió bastante bien hasta noviembre “por lo que se juntó mucho pasto, pero también flechilla, lo que para la lana de la oveja es muy malo”, indicó Carlos Artía, quien enfatizó que la mayor complicación es el agua, que “día a día se va de manera imponente”.
Si bien en la zona hay mucha oveja y ésta no precisa tanta agua, “el agua está parada porque las cañadas comienzan a cortarse y se acentúan los problemas sanitarios, como es el caso de la lombriz de cuajo, pero sabemos que con inyectables la combatimos”.
Aclaró que el tema pasto “no es tan importante. El campo que estaba bien comido por el ganado está bastante lindo, pero los campos empastados, que se le aflojó la dotación o que se apretó para tener las ovejas con mayor dotación por hectárea, es el que está más feo porque se secó”.
Para ser más gráfico, el productor de la zona noreste del departamento indicó que los 40 milímetros que llovió hace unos 15 días “ya no se ven, porque las altas temperaturas acá se sienten realmente en gran magnitud”.
Pero como sucede habitualmente cuando se ingresa al verano, “el tema agua es muy complicado. Los tajamares que se hicieron en la zona y con buena profundidad, están lindos, pero aquellos que se hacían en los tiempos de antes, están secos”. De todas maneras, Artía aclaró que se inclina por hacer perforaciones y molinos porque “el agua sale más limpia, pero acá también hay que encontrar la veta para hacer perforaciones”.