Nacionales | 10 Ene Cruce por violencia
No ha sido un buen comienzo de año en las relaciones entre el gobierno y la oposición, en este caso por la controversia suscitada entre el propio presidente José Mujica, quien defiende al ministro del Interior José Bonomi, y sectores de la oposición que cuestionan el papel anodino que a su juicio está desarrollando el secretario de Estado ante la incesante ola de violencia en el país.
Mujica amenazó con cortar el diálogo porque le piden que cambie al ministro Eduardo Bonomi a raíz de la ola de asesinatos y violencia extrema en la sociedad, en una sucesión de acusaciones y contraacusaciones que se suscitaron a partir de que el viernes 6 el senador colorado José Amorín (Proba) solicitó la renuncia del ministro Bonomi.
El presidente Mujica contraatacó el domingo señalando que la oposición está haciendo un “circo lamentable” al utilizar los hechos delictivos de los últimos días para criticar al gobierno, según da cuenta El País.
El detonante del cruce de palabras fue la seguidilla de crímenes de los primeros días de enero, desde que en los primeros seis días del año se registraron 14 asesinatos violentos, lo que generó los cuestionamientos de la oposición.
Desde Alianza Nacional
El líder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga sostuvo en su cuenta de Twitter que “el presidente no se puede enojar porque la oposición controle, cuando además hemos propuesto soluciones. Se comprende el nerviosismo del presidente por la inseguridad, pero el gobierno no se puede enojar porque la gente tenga miedo”, agregó.
También el diputado Javier García, del mismo sector, cuestionó los dichos de Mujica y apareció en el escenario con conceptos como “el problema de la seguridad no es la oposición; es el gobierno que no lo sabe enfrentar. Enójese con su gobierno, Mujica, y asuma responsabilidad”.
Mandatario molesto
En declaraciones a La República, Mujica dijo que no ha “notado ni la más mínima colaboración en las cosas importantes” por la oposición e insinuó la posibilidad de cortar el diálogo por otros temas ante estos cuestionamientos.
Incluso agregó que “la verdad es que la oposición no se ha caracterizado por ayudar en nada; al contrario, se ha dedicado a poner palos en la rueda, permanentemente, sin aportar nada”.
En similares términos se expresó el presidente del Frente amplio, Jorge Brovetto, cuando señaló a La República que “la violencia en la sociedad no se inició ahora con los gobiernos de izquierda y de un día para el otro”, y en cambio responsabilizó a los gobiernos anteriores por no haber atacado la causa que origina estos episodios, como por ejemplo la violencia doméstica.
“La mayoría de los casos ocurridos responde a la violencia doméstica y salvo que se reclame un servicio 222 en cada caso es imposible mitigar estas lamentables situaciones. En todo caso, la violencia intrafamiliar es una patología que no nació de un día para otro sino que viene de muchos años atrás, cuando gobernaban este país no precisamente el Frente Amplio, sino los otros partidos políticos”.
Vuelve la educación
Bueno, en realidad nunca se fue, porque para el 24 de este mes está prevista una nueva reunión entre el presidente Mujica y sectores de la oposición para analizar la posibilidad de tener una base de acuerdo para las reformas en la educación, luego de la dura lucha que se mantiene con los sindicatos por la incorporación del modesto plan Pro Mejora. El punto es que tras el “impasse” de un mes se aproxima la hora de las definiciones --esa es por lo menos la exigencia de la oposición-- y los cruces por la inseguridad no auguran que pueda gestarse un clima de entendimiento en pocos días.
El senador colorado José Amorín, según El País, cree que “esto (el enfrentamiento) no afectará el diálogo por la educación. La oposición ha respaldado al presidente Mujica en este diálogo y a las tres ideas que planteó le dijimos que sí, incluso que debía ir más a fondo. Quien claramente no contestó afirmativamente a los planteos de Mujica es el Frente Amplio, que defiende los corporativismos y la Ley de Educación”.
El mismo matutino recuerda que “las tres propuestas que la oposición apoya son darle más poder a los directores de los liceos, crear la universidad tecnológica y darle doble voto al presidente de los órganos desconcentrados para fortalecer a quienes son designados políticamente. “Para los dos últimos temas hay que cambiar la Ley de Educación, que es lo que el Frente Amplio no quiere”, indica.