Nacionales | 15 Ene El presidente José Mujica y su anfitrión el mandatario chileno, Sebastián Piñera, se encuentran en la Antártida. Los presidentes son acompañados por sus respectivas esposas, y por una delegación que incluye a autoridades de ambos países. Mujica dijo que en un mundo con círculos poderosos es necesario que los latinoamericanos respeten las soberanías mutuas y que reafirmen el derecho de cada nación para superar las dificultades.
Tras el arribo en el avión Hércules de la Fuerza Aérea de Chile, los mandatarios se trasladaron al buque “Aquiles” de la Armada de ese país, que realiza anualmente labores de abastecimiento en la Antártida. Los presidentes navegaron por los mares del sur y por la noche participaron en una cena en el mismo buque, en honor a la primera dama chilena, Cecilia Morel de Piñera, quien cumplió años. El presidente uruguayo señaló en su visita a la Antártida que tenemos que ser conscientes porque nos encontramos en un mundo con círculos poderosos. Por ello, “los latinoamericanos debemos unirnos respetando las mutuas soberanías, reafirmando los derechos que cada nación tiene para que el porvenir nos encuentre juntos y podamos superar las dificultades”. Respecto al trabajo que Chile realiza en la Antártida, Mujica felicitó a ese país, y agregó que espera que el resto de los latinoamericanos sigan el ejemplo, ya que “en este lugar estará quien llegue y trabaje seriamente”.
Sostuvo que el turismo que algún día llegará a ese lugar será fundamentalmente científico, de personas calificadas que desean ver un tipo de naturaleza que no es común y “seguramente esconde cosas que ni siquiera hoy podemos imaginar”. Explicó que en esos mares del sur vive el vegetal más grande de la tierra, un alga que puede alcanzar los 70 u 80 kilómetros y es como “una pradera submarina de la cual viven cientos de especies pequeñas herbívoras de las cuales pueden vivir los carnívoros y toda la cadena de la vida”. El jefe de Estado cree que llegará el momento en que los hombres aprenderán a cultivar estos vegetales, para lo que “es fundamental que exista gente de ciencia, que estudie, experimente y practique la docencia, educando a las nuevas generaciones”. Uruguay se incorporó al Tratado Antártico en 1985 como miembro consultivo, con el apoyo de Chile y Gran Bretaña. El tratado, firmado por 48 países pero con tan sólo 28 de ellos con derecho a voto, establece el uso exclusivo del territorio antártico para fines pacíficos, y ensalza la cooperación internacional para la investigación científica en el continente helado.