Deportes | 15 Ene TACUAREMBÓ (por Santiago Balbis, enviado especial). Casi perfecto. O podría quitársele el casi. Es cierto que el equipo no mostró ese fútbol atildado, de toque, de precisión que tuvo durante algunos partidos de práctica y que el plantel está en condiciones de brindar. Pero Paysandú tuvo una mezcla de todo: tuvo alguna pizca de eso que puede dar, pero mostró que a lo largo de los 90 minutos es posible agregarle cosas a eso que se pretende. Tuvo fuerza, la pelea de la pelota como si fuera la última, el querer presionar al rival en cancha rival. Y la inteligencia necesaria como para aprovechar el momento justo de castigar en la red rival.
Así, más allá de que Tacuarembó quiso ser protagonista, terminó sufriendo la experiencia de esta selección de Paysandú que recién entra en rodaje, y que ilusiona luego de haberle quitado al dueño de casa los tres primeros puntos del Litoral Norte. Luego de un tramo inicial en el que el partido no gustó, en el que ambos equipos jugaron con los dientes apretados y sin tener el control de la pelota, Paysandú se propuso mantener la calma y esperar el momento en el que podía hacer daño. Los rojos comenzaron a probar de afuera, sin suerte, aunque estuvieron cerca de abrir el tanteador en un par de jugadas.
Pero en la primera llegada sanducera cayó la gran sorpresa de la noche: Pérez ganó por arriba y, de cabeza tras un córner, mandó la pelota al ángulo, por encima del golero.
A Tacuarembó se le complicó la vida. Porque la tenía que remar de atrás, y porque sabía que no podría dejar espacios y salir desesperadamente en búsqueda de la igualdad. Por eso siguió con la misma receta, optó por el remate desde afuera, un par de disparos cruzados que estuvieron cerca.
Paysandú mantuvo la tónica. Y estuvo cerca de volver a sorprender cuando Julio Martínez, como sucedió con Pérez (que debió retirarse lesionado) en el gol, hiciera suspirar a los hinchas.
La idea era seguir por la misma línea, aunque imaginando lo que podría darse en el complemento. Por eso el técnico de Paysandú, Ramón Silvera, sacó a Luzardo y le dio ingreso a Caratte, y tirando a Parodi como lanzador.
Pero la receta para el segundo tiempo estuvo cerca de esfumarse cuando a los 7’ del complemento Siqueira aprovechó un error de Julio Martínez a la hora de despejar, para anotar la igualdad. Si esto no sucedió fue por la experiencia de varios de los jugadores de la Blanca, que apostaron a mantener la tranquilidad, a seguir luchando por la pelota y a intentar encontrar los espacios. Parodi, inteligente, comenzó a transitar con la pelota, a tocar en busca de sus compañeros. Y sacó una jugada de la galera, inesperada para todo Tacuarembó, dejando solo a Timoteo Acosta, quien definió en gran forma ante la salida desesperada del golero.
Después llegaría la desesperación de los rojos. La expulsión del técnico cuando se le anuló lo que hubiera sido la igualdad, y la roja que recibió Duarte por agresión, ante la impotencia. Porque la visita se agrandó, no dejó jugar al local. Tocó y buscó liquidar un partido que, más allá de que faltó ese fútbol que Paysandú puede dar, fue casi perfecto para la Blanca, que supo pegar en los momentos justos para sumar sus primeros tres puntos en el Litoral Norte, y nada menos que de visitante.