Locales | 12 Ene “Sembrando lenguajes para cosechar identidad” es el proyecto que llevan adelante los docentes de la escuela número 87, del barrio Purificación III, donde en la primera semana se trabaja con la unidad temática “el Sol”. Así, mientras en música trabajan con la canción “Cada vez que sale el sol”, en el taller de Plástica hacen sombreros de papel de diario decorados para llevar al paseo que realizarán en el río Uruguay y complementan en Educación Física haciendo una “cacería alusiva”. La directora del programa de Verano Educativo que se aplica en esta escuela, Andrea Azziz, tiene su cargo efectivo como subdirectora de ese mismo establecimiento escolar, y las maestras son las mismas que trabajan allí durante el año lectivo. En tanto, los profesores de Educación Musical y Educación Física se integraron al equipo que preparó este proyecto.
Dar más opciones
Azziz explicó que propusieron esa forma de trabajo considerando que “estos niños no tienen opciones de veraneo, y por ser las vacaciones más largas en nuestro tiempo de ocio, se pensó en una oferta educativa que contemplara las posibilidades que otros niños tienen de salir por sus propios medios a lugares culturales o de actividades del medio acuático, y lo que se ofrece es que a través de todos los lenguajes: corporal, artístico y musical y actividades recreativas en piscinas”.
Detalló que “vamos a ir al complejo Camandulli entre semana, vamos a tener una actividad en el río Uruguay porque nos queda cerca yendo por calle Estefanell y también están haciendo obras musicales donde participan padres para ejecutar instrumentos”. En cuanto a Educación Física, dijo que “además de las actividades del medio acuático, la escuela ya comenzó una ‘cacería’ y búsqueda del tesoro, y en plástica estaban haciendo los sombreros”.
El sol, el circo,
la orquesta
Recordó que “cada semana tenemos una temática para abordar. Esta semana es el sol, la semana que viene es el circo (vamos a hacer una puesta en escena), la semana siguiente va a ser la orquesta. Son todos temas en los que los niños pueden enriquecer el acervo lingüístico para tener una mejor competencia comunicativa”. No solamente niños del barrio P 3 disfrutarán de este programa, sino que “como teníamos cupo, se inscribieron alumnos de las escuelas 101, 107 y 13. No muchos, la mayoría son nuestros”, afirmó. Por otra parte, señaló que esta escuela es una de las tres donde se trabaja con el sistema “maestro más maestro”, que implica la participación de un tercer maestro que trabaja con los niños en temas más curriculares del año lectivo. “Ella trabaja con doce niños que fueron promovidos de clase con esa condición, que tienen que ir al Verano Educativo para seguir en el aprendizaje. Ellos se integran al resto de las actividades pero tienen trabajos pedagógicos con esa maestra”, en una suerte de “reparación escolar”.
“Lo que buscamos es cambiar el escenario de trabajo, pero de fondo la parte de valores y la pedagógica la seguimos haciendo, más que nada dar herramientas para la vida que le sirvan al niño de algo que no sea solo recreativo. Apuntamos a eso, dar tiempo pedagógico en otros escenarios”.