Locales | 17 Ene Es compromiso de la sección “Radar Musical” de EL TELEGRAFO, adherir a cada edición de la Fiesta de la Prensa. En el presente año, fueron dos las jornadas --cumplidas en el Auditorio Municipal “Miguel Ángel Pías”-- subrayadas por un nivel a gran altura.
El viernes 13 se abrió la noche con una evocación al poeta y cantor rionegrense Nepomuceno Terra, fallecido el día anterior, a través de una semblanza que redactó expresamente José María Brunini y que leyó el animador, Horacio Merlo. Con los artistas en el escenario y el público de pie, una ovación para “el Gaucho” Terra marcó un momento de profunda emoción.
Inició la parte artística Hugo Merlo Taborda, con sobriedad tanto en la guitarra como en la voz, interpretando temas cantados e instrumentales, uno de ellos improvisado en el momento. Hugo demostró su vena rica de solista, lo que ha quedado registrado, por ejemplo, en los materiales de Aníbal Sampayo que ha sabido musicalizar e interpretar.
Los tacuaremboenses Julio Mora (voz y guitarra) y Bernardo Sanguinetti (guitarra), actuaron en la segunda parte. Mora reiteró la calidad demostrada en anteriores presentaciones; temperamental, de buen registro vocal, recorre un escenario temático variado y profundo. Sanguinetti: un virtuoso de la guitarra, realmente.
El domingo la apertura estuvo a cargo de los sanduceros Michel Álvarez con el guitarrista Felipe Giles. Actuación muy aplaudida, merecidamente. Álvarez más “suelto” que en otras ocasiones y muy respetuoso de las obras que elige para su repertorio. Giles, por su parte -y parafraseando un usual lenguaje entre músicos- “se pasea la guitarra”.
Carlos Benavídes cerró las “noches de Radar Musical”. Con nuevas canciones y aquellas, las que a esta altura pertenecen al pueblo, el “Sapo” brindó un verdadero recital de profesionalidad. A toda entrega, a pura expresividad, su voz hizo vibrar al público, mientras asombraba también como ejecutante de la guitarra. Recordemos que es profesor de este instrumento.
Horacio Merlo con su reconocida manera de conducir, vaya si contribuyó al alto nivel general de las propuestas. Que ojalá, se puedan seguir cumpliendo en años venideros.