Opinion | 17 Ene De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), se registró un significativo aumento de los ingresos en los hogares uruguayos, lo que naturalmente tiene la contrapartida de que en el mismo lapso --todo 2011-- la inflación fue de casi el 9 por ciento, es decir que ambos parámetros se realimentan y corren paralelos.
El ingreso medio de los hogares a valores corrientes (sin aguinaldo y sin valor locativo) para el total del país se estima en los 32.233 pesos, en tanto para Montevideo este promedio llega a los 39.133, por lo que los ingresos del Interior son los que tiran hacia abajo el promedio general.
Efectivamente, los relevamientos del instituto indican que los ingresos de las familias del Interior se sitúan en los 27.421 pesos, lo que representa más de 11.000 pesos menos que las que residen en la capital, aproximadamente un 40 por ciento menos.
En lo que refiere al ingreso medio per cápita a valores corrientes (sin aguinaldo y sin valor locativo), las cifras dan cuenta de que en todo el país este ingreso es de 11.478 pesos, y como en el caso de las familias, el promedio para Montevideo es de 14.132 pesos y en el resto del país de 9.571. En otras palabras, en la capital se gana un 50 por ciento más.
Estos elementos confirman una tendencia sostenida que se manifiesta con el paso de los años, sin que la brecha siquiera insinúe una reducción.
Si bien hay quienes señalan que el costo de vida en Montevideo es mayor que en las ciudades del Interior, la realidad indica que esta afirmación es una verdad a medias, desde que hay situaciones muy diferentes de acuerdo a la zona de residencia en la capital, y existen oportunidades de compras mucho más variadas y accesibles.
Por supuesto, el problema radica en la generación de fuentes de empleo, de la mano de la inversión y la calidad del trabajo, factores que acentúan las diferencias, a lo que se agrega un mercado más amplio y favorable para las empresas en una serie de áreas, lo que significa mayores perspectivas de ventas de bienes y servicios.
Ello da la pauta de la necesidad de que éste y todo otro gobierno al que le toque regir los destinos del país, adopte medidas diferenciales en favor de radicar emprendimientos en el Interior, así como reducir la brecha en servicios, lo que todavía no se ha logrado pese a las acciones parciales que se han intentado, con suerte diversa.