Rurales | 22 Ene Las mejores perspectivas para el rubro ovino habrán de mantenerse por un tiempo porque la reducción de las existencias de lanares también alcanzó a los principales países productores de carne ovina y lana en el mundo, sostiene un informe de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
La carne ovina uruguaya siguió valorizándose cada vez más --U$S 3.974 fue el valor promedio al cierre de 2011, según el INAC-- y de acuerdo a la Opypa eso condiciona que el stock muestre una composición más carnicera, aunque la facturación por lana sigue siendo el mayor porcentaje del total del ingreso de los ovinos. En 2011 la volatilidad de los precios de la lana siguieron jugando en contra de la recuperación del stock ovino uruguayo.
Según el análisis de Opypa, otro elemento que posiblemente esté jugando en contra de la recuperación de los lanares son los altos precios de la tierra, hecho que determina que el productor la explote utilizando más capital sobre el recurso, por lo que opta por reponer vacunos y no lanares.
Uruguay cuenta con un stock de 7.362.000 cabezas (según datos de Dicose a julio 2011), después de caer 4,5% en un año, y es uno de los más bajos de la historia. Sin embargo, el rubro está mostrando señales de recuperación, como lo es una mayor retención de vientres y una mayor señalada de corderos.
Otro punto clave que no ayuda a la recuperación del stock ovino local, dice el informe de Opypa, es el abigeato, las pérdidas por enemigos naturales, la escasez de mano de obra especializada en el rubro y las dificultades para faenar ovinos. Sin embargo, existe una amplia zona geográfica en el país donde la producción ovina no debería tener mayor competencia por recursos y en esas áreas es donde tiene un mayor margen para crecer. En esas zonas se ve que además de lana, se produce más carne.