Paysandú, Martes 24 de Enero de 2012

Opiniones

Locales | 22 Ene Solicitada
Quien suscribe, integrante de la Agrupación 575 “Bancarios Independientes” de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (A.E.B.U), se dirige a Ud. a efectos de solicitarle la publicación de la siguiente nota, la cual envío con motivo de los sucesivos artículos periodísticos que se han publicado en su prestigioso diario, con fechas 5, 6 y 8 del corriente, y que requieren un par de precisiones al respecto.
Impulsan además estas líneas, el sinnúmero de declaraciones que se han vertido en los medios de comunicación acerca de nuestro conflicto, por parte de varios agentes del gobierno, que llegaron incluso a su máxima expresión, con las palabras que el propio Sr. Presidente de la República nos ha dedicado; palabras que, vistas desde un punto de vista populista tribunero, a muchos agradan, y que debo confesar, tergiversan la realidad de tal forma, que es hasta imposible para el ciudadano desprevenido, no hacerse eco de las mismas. Sin embargo, para quienes estamos en conflicto hace ya más de quince meses, y para todos aquellos funcionarios públicos que de una u otra forma mantienen un diferendo con el gobierno, preocupan y mucho, primero por su total desconocimiento del funcionamiento de los entes públicos, y luego por su ingenua intencionalidad de marcar la cancha en contra de los trabajadores del Estado.
Debo aclarar en primera instancia, que AEBU está en conflicto en procura de llegar a un acuerdo para la firma de un nuevo Convenio Colectivo de estabilidad laboral. Esto es un derecho fundamental de todos los trabajadores, e incluso existen dos leyes promulgadas por la fuerza política gobernante, que obligan a las partes, tanto públicos como privados, a sentarse en una mesa de negociación a discutir las bases del mismo. Lo que para algunos trabajadores puede resultar todo un avance, donde pueden discutir en forma racional un margen de acuerdo con sus patrones, tutelados por la mediación del Ministerio de Trabajo para actuar en caso de discrepancias insalvables, no ha sido nada fácil para el sector público en este período de gobierno. Primero, porque se ha visto enfrentado a una clara falta de voluntad negociadora, con actos de imposición y amenazas por parte de los integrantes del gobierno designados a tales efectos, y segundo, por la ausencia total de intermediación por parte del Ministerio de Trabajo; estamos en un claro dos contra uno.
En segunda instancia es dable aclarar, los puntos que motivan el rechazo por parte del sindicato, de la propuesta de Convenio presentada por el Poder Ejecutivo. El punto neurálgico que enfrenta a trabajadores y gobierno, es la progresiva eliminación del corrimiento automático por la Escala E.P.U. Esta escala, establecida en el año 1951, permite al trabajador el corrimiento de grado luego de transcurrido un año de trabajo; esto se traduce en un aumento de salario real por cada año de trabajo, y solo en eso, no significa de ninguna manera, y como se ha informado de muy mala fe en los medios, un cambio de categoría, ni un ascenso en la empresa. El funcionario no asciende, solo mejora sus ingresos. Y para que quede claro, de una vez por todas, en los Bancos Oficiales sólo se asciende mediante la realización de concurso, salvo en la Agencia Nacional de Viviendas, donde la carrera funcional no existe y no se puede ascender. La E.P.U, no determina que un funcionario ascienda en su trabajo por el simple hecho del transcurso del tiempo, el que quiere ascender debe concursar, y eso es así desde el año 1990. Ningún funcionario que tenga la posibilidad cierta de optar por concursar para ascender en el cargo, o vegetar durante 25 o 30 años de trabajo hasta llegar algún día y con suerte, a percibir ingresos más satisfactorios, va a optar por la segunda opción, por el sencillo motivo que cualquier persona que se precie de ser coherente, va a tender a mejorar sus ingresos en cuanta oportunidad se le presente.
El sindicato bancario siempre ha estado dispuesto a la instauración de una mesa negociadora en donde este tema se discuta, pero entiende que en el momento no están dadas las condiciones para su eliminación, porque los actuales sistemas de concursos no cuentan con el aval de AEBU (sobretodo en Banco República), ya que distan mucho de garantizar en forma fehaciente, cristalina, clara, que todos los funcionarios que estén en condiciones de postularse a los mismos, cuenten con las mismas condiciones en igualdad de oportunidades. Esto ha sido una constante reivindicación del sindicato desde el año 1998, año en el cual se firmó un Convenio Colectivo, en el cual se estableció que una vez que estuvieran dadas las condiciones de un sistema de concursos y de evaluación de desempeños aprobadas por el sindicato, se abriría una instancia de discusión para la adecuación de la E.P.U.
Esto último no se ha dado, y el gobierno, violando claramente ese convenio, y la Ley de Negociación Colectiva 18.508, ha pretendido imponer en forma unilateral su eliminación, incluso con la previsión en los presupuestos del año 2012. ¿Que negociación podemos llevar adelante, cuando una de las partes impone y luego pretende un simple acatamiento? No ha existido en estos largos quince meses, una real instancia de negociación. La delegación de AEBU asiste a las reuniones a escuchar las propuestas del gobierno, sin posibilidad de cambiar ni una coma, reuniones que se citan cuando ellos quieren y con el lapso de tiempo entre una y otra que a ellos le plazca.
La última propuesta presentada, enmarca una clara pérdida salarial para el trabajador bancario, no sólo por la eliminación gradual del corrimiento por la E.P.U, sino además, por el traspaso de partidas fijas a variables (lo más notorio es el salario vacacional de la ANV y el BHU), las cuales dependen de muchos factores a veces lejos del alcance del propio trabajador, así como la inexistencia de contrapartidas que mitiguen de alguna manera esa pérdida. Es tal el afán del gobierno de que firmemos este acuerdo, que hasta dividió a los trabajadores por franjas etáreas, manteniendo la totalidad de los beneficios de aquellos funcionarios con mayor edad y que mejores ingresos tienen, en perjuicio de los trabajadores menores de 45 años y de aquellos que en un futuro pretendan ser funcionarios de los Bancos Estatales. Además, cambió el sentido completo de la prima por antigüedad, aumentando la misma a los que menos años tienen en la función, y aseguró partidas extras por única vez, para ver si con eso, por fin mordíamos el anzuelo. Por suerte primó la solidaridad que siempre debe existir como principio fundamental de un sindicato que se precie de tal.
Todo lo que se pretende por parte del Poder Ejecutivo, no tiene un sustento moral de lograr el beneficio en pro de una mejor sociedad, donde no haya injusticias, tiene un claro sustento económico monetario, producir más y pagar menos, la tan mentada Reforma del Estado, de la cual mucho se habla y poco se dice, y de la que hasta ahora sólo se han visto retazos que impactan en los ingresos de los trabajadores, pero que no mitigan de manera alguna, los grandes problemas de gestión que tiene el aparato estatal.
Creí necesario enviarle estas líneas, porque de las tres notas que leí en su diario con respecto al conflicto bancario, ninguna reflejaba los motivos del mismo, sino un mero resumen de las medidas adoptadas, declaraciones de los miembros del Poder Ejecutivo, y hasta una publicación inexacta y sin sentido de nuestros ingresos. La población merece conocer las dos caras de la moneda, las dos versiones del asunto, y debe entender el porqué de las medidas que en algunas oportunidades lo afectan directamente. En quince meses hemos tenido el sumo cuidado de no afectar el pago de jubilaciones, ni de aguinaldos, ni de sueldos, o sea, de los sectores más vulnerables, pero mientras sigamos siendo tratados en forma tan autoritaria, no podemos garantizar de que a raíz de una medida, alguien se vea afectado, es en esencia, el objetivo de una medida sindical. Lo que debe quedar claro, es que no luchamos por aumentos salariales, ni por hacer la plancha y no concursar, ni por querer ser unos privilegiados. Luchamos por respeto, por una mesa de negociación real, por un convenio que nos ampare, y por lo que todo trabajador anhela, una mejor calidad de trabajo y de vida. Sebastián López, Agrupación 575 AEBU PIT-CNT


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