Locales | 20 Ene En el patio colonial de EL TELEGRAFO, sin que a nadie le importara las altas temperaturas sino estar presentes por el buen recuerdo que todos tienen de Pablo Ozer Ami Giménez, se tributó un sencillo homenaje a su memoria.
Estuvieron autoridades departamentales fotografiadas por él, pero también sus familiares y amigos, reiterándose los aplausos en las distintas intervenciones improvisadas pero emotivas. El director de diario EL TELEGRAFO, Alberto Baccaro, agradeció la presencia y muy especialmente a Rosario Álvarez, esposa de Pablo, por “invitarnos a realizar esta muestra a un año de su desaparición física”. “Creemos que es muy merecida y que, además, este es un ámbito natural para presentarla. En lo personal considero que los periodistas y los artistas trascienden en su obra más allá de su vida y Pablo era las dos cosas: un fotoperiodista y un artista”, dijo.
Recordó que en 1996 “tuvo que tomar la posta que heredó de su padre y, paradójicamente, dudó entonces de seguir ese camino porque tenía detrás una imagen muy fuerte”. Pero pronto “mostró su impronta, cambió la imagen del diario modernizando la fotografía, haciendo cursos, progresando rápidamente y se hizo un lugar propio que incluyó también las actividades sociales. ¿Quién no tiene hoy en su casa una fotografía, una imagen, tomada por Pablo? Que de esa forma, está en cada uno de los hogares de Paysandú”.
Posteriormente, se descubrió la galería de fotografías de intendentes electos desde 1984 a la fecha: Walter Belvisi, Jorge Larrañaga, Álvaro Lamas, Julio Pintos y Bertil Bentos, lo que estuvo a cargo de su madre, Rosa Giménez, su esposa Rosario Álvarez, Alberto Baccaro y Natalia Etchecopar en representación de los compañeros de EL TELEGRAFO.
EMOTIVAS Palabras
Jorge Larrañaga habló “del cariño entrañable a Pablo y a su padre, Abel Ozer Ami, a esta empresa periodística que es un orgullo para el país entero. Creo que del homenajeado todos tenemos un pedacito, yo gracias a Dios tengo varias fotos suyas con quienes más quiero, que son mis hijos. No puedo olvidarme de su condición humana, que todos valoramos por su forma austera, seria pero con una enorme imaginación, así como su carga de afecto y cariño”.
Por su parte, Walter Belvisi expresó su adhesión “a lo que justicieramente está haciendo hoy el diario EL TELEGRAFO. Conocimos a esta familia a través de su profesión, de su arte, por intermedio de quien fuera su padre, Abel Ozer Ami, por innumerables tareas que tuvimos oportunidad de compartir y que van a quedar en el acervo cultural de los sanduceros. A su apreciada familia nuestro sentimiento de afecto y este recuerdo que, indudablemente, bien se lo merece Pablo”.
En tanto Julio Pintos aseguró: “Sin duda, nuestra voluntad era estar presente en este merecido acto recordatorio de una persona muy querible, muy extrañable, a la que supimos conocer puesto que desde muy jóvenes estuvimos vinculados con su familia. Con su tío ‘Perico’ íbamos a la casa de los Ozer Ami a estudiar filosofía política y creo que Pablo es un digno representante de una forma de ser, de sentir y de vivir, de su familia. Como se dijo aquí, lo que permanece es la obra de Pablo, un artista con gran capacidad y calidad, pero con el sentimiento de persona humilde, callada, sensible, siempre escuchando y aportando desde su sencillez”.
En representación de Bertil Bentos, el director en ejercicio del Departamento de Servicios, Mauro Soto, justificó la ausencia del intendente –debió viajar ante el fallecimiento de la madre del director de Promoción y Desarrollo, Ramiro Díaz--, y transmitió conceptos de respeto y consideración a la memoria de Pablo.