Locales | 23 Ene El Ministerio de Salud Pública ha formulado una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de la mordedura de ofidios, sobre todo apuntando a no ingresar a zonas que por sus características son habitadas por serpientes, sobre todo venenosas, como se da en varias partes del territorio nacional, sobre todo en verano. Indica que para evitar el accidente ofídico en sí, hay que evitar atravesar áreas riesgosas o poco conocidas (bañados, esteros, chircales, serranías, pedregales, áreas de cultivos como arrozales, cañaverales), que corresponden al hábitat natural de estos animales. Además hay que evitar introducir la mano en cuevas, nidos de aves, bajo piedras y huecos de árboles; dormir en el suelo en zonas de riesgo, ya que las serpientes podrían acercarse guiadas por el calor corporal. En las zonas antes mencionadas hay que usar elementos de protección: botas altas que cubran tobillo y pierna. Asimismo, si se está ante una serpiente lo mejor es no acercarse, abstenerse de hacer movimientos bruscos. No agarrarla, aunque parezca muerta. En caso de haber matado al animal agresor, llevarlo con el accidentado al centro asistencial para su reconocimiento (por personal idóneo). Cuando se está acampando hay que mantener el espacio peri domiciliario con el pasto corto, libre de malezas y de leña apilada para evitar su refugio y poder verlos a distancia. También debe evitarse acumulación de residuos en el peri domicilio que puedan atraer roedores (alimento principal de los ofidios).
En casos de mordeduras
De haberse consumado el ataque de un ofidio, las primeras medidas que hay que tomar en el lugar del accidente son: retirar calzado o prendas u otros objetos (pulseras, anillos), que compriman la zona; tranquilizar al paciente, diciéndole que existe suero antiofídico en la región y que en nuestro país las distancias permiten aplicarlo a tiempo. De ser posible, lavar la zona de mordedura con agua y jabón y mantenerla en posición de descanso. No dar nada a beber, excepto agua (si lo requiere el accidentado) ni administrar tratamiento a excepción de lo indicado por el médico. No hay que realizar aplicaciones sobre la herida (queroseno, barro, alcohol, etc.), porque el uso de estas sustancias sobre una herida abierta, favorece la infección, ni tampoco incisión, succión o cauterización en el punto de inoculación, porque pueden ocasionar complicaciones y agravar la situación clínica. Deben evitarse torniquetes o ligaduras del miembro afectado porque no contrarresta la acción del veneno y agrava los efectos locales, ni colocar hielo. Tampoco hay que aplicar inyección local de Suero Antiofídico (SAO), debido a que no tendrá efecto terapéutico, indica el MSP.