Deportes | 23 Ene La puntería fue uno de los grandes problemas que tuvo la selección de Paysandú a la hora de enfrentar a Rivera. Es que la Blanca fue más, pudo haber marcado una diferencia tranquilizadora más allá del 1 a 0 con el que se retiró al descanso, pero terminó sufriendo demasiado ante un rival que propuso poco más allá de aprovechar los dos gruesísimos errores que tuvo la selección sanducera en la última zona.
Dos pelotas quietas prácticamente hipotecaron la chance de sumar unidades, porque los celestes, con un repertorio limitado, hacían un grandísimo negocio en el Estadio Artigas al dar vuelta el resultado.
Pero el mérito no era solo de Rivera, que hizo lo que tenía que hacer, es decir aprovechar esos dos regalos sanduceros. El mérito fue compartido, porque Paysandú le perdonó la vida en no menos de seis ocasiones claras, fallando a la hora de definir y dejando escapar de esa manera la posibilidad de sumar un triunfo claro, contundente y, sobre todo, tranquilizador. No para el plantel, que sabe la calidad de jugadores que tiene y qué es lo que quiere, sino para el hincha, que se pudo haber retirado más contento aun, pese a que aplaudió a sus futbolistas que alcanzaron la igualdad y estuvieron a punto de darlo vuelta.
Por eso, más allá del empate y de que Paysandú terminó siendo su propio enemigo, el equipo tiene la tranquilidad de que llegó y lastimó. Y tiene por delante la necesidad de mejorar a la hora de afinar la mira para concretar en la red rival la superioridad que muestra en la cancha, más allá de que todavía puede dar más en cuanto a lo futbolístico.
Más allá de que habrá que mejorar en ese aspecto, la gran preocupación pasa por la defensa. Y no precisamente por afinar el funcionamiento, sino porque la zaga ha creado dolores de cabeza desde antes de que comenzara el torneo, teniendo en cuenta alguna renuncia, la lesión de Pérez (que entrenó ayer) en el debut ante Tacuarembó, la de Chubrega ante Rivera y, por si fuera poco, la expulsión de Julio Martínez.
El técnico Ramón Silvera deberá ahora hilar fino para intentar recomponer la última línea, teniendo en cuenta que tampoco es demasiado el material que tiene para la defensa, por lo que esta semana será clave para armar el rompecabezas.