Paysandú, Sábado 28 de Enero de 2012
Rurales | 24 Ene La exitosa experiencia que se aplica en Artigas para evitar la garrapata resistente a fármacos, será aplicada próximamente por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en los departamentos de Paysandú, Tacuarembó y Cerro Largo.
Es que la garrapata resistente a distintos principios activos --que son la base de los fármacos que se utilizan para el tratamiento del parásito-- se transformó en un problema serio en varios establecimientos.
En un predio de Artigas donde ese problema era común, el MGAP logró aplicar un programa de rotación de fármacos en las tres generaciones de garrapata que se dan en el país, solucionando los problemas de resistencia. Ahora, en ese predio, se llevan más de diez meses sin la presencia del parásito y se comienzan a realizar los monitoreos cada 20 días sobre el ganado tratado para ver si vuelve a aparecer o si directamente, con el tratamiento, se elimina el parásito.
La base de la exitosa experiencia de Artigas, según explicó a El País el director de Campaña Reglamentada (Sanidad Animal), Ricardo Pérez Rama, fue “hacer tratamientos generacionales de la garrapata”.
En Uruguay se dan tres generaciones de garrapata por año y si cada una de ellas se trata con el mismo principio activo --puede cambiar la marca de un producto pero no el principio activo--, el parásito desarrolla resistencia y los tratamientos pierden eficacia.
Explicó que “se tratan con un principio activo cada una de esas generaciones, cosa que las hijas de la garrapata de una determinada generación sean tratadas con un principio activo diferente al que fueron tratadas las madres. Se hacen tratamientos espaciados, según el producto usado, siempre usando un principio activo en cada generación y se va cambiando”.
Hasta ahora, en la experiencia impulsada por la División Sanidad Animal/MGAP, se usaron tres principios activos. En la primera generación se aplicó ivermectina (antiparasitario de amplio espectro), para la segunda friplonil (un insecticida descubierto entre 1985 y 1987) y para la tercera fluazurón (producto introducido en la ganadería en la década del 90).
“La experiencia cortó la resistencia y no apareció garrapata desde hace diez meses en los animales del predio donde se experimentó el tratamiento”, explicó Pérez Rama.
En Canelones el MGAP también desarrolló una experiencia similar, aunque no era una garrapata resistente, pero había surgido el parásito en 16 predios de pequeños productores en una zona que era libre del ácaro. “En este caso la experiencia duró dos años y se levantaron todas las interdicciones de los predios”, aseguró el profesional.
Uruguay cuenta con una zona libre de garrapata conformada por Colonia, Soriano, San José, Flores, Montevideo, Canelones y Durazno (menos la séptima sección de ese departamento) y la base del éxito fue el “despacho de tropa”. Cada veterinario particular cuando va a mover un ganado debe certificar ante el MGAP que realizó los tratamientos y está libre de garrapata. La garrapata resistente a los fármacos es un problema serio y la aparición de niveles altos de residuos farmacológicos en la carne exportada, cerraría los mercados.
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