Paysandú, Lunes 30 de Enero de 2012
Locales | 29 Ene Nuestro país va a contramano de la política de los países desarrollados en cuanto a los vehículos gasoleros, al tratar de desalentar el empleo de carburante diesel, destacó a EL TELEGRAFO el asesor de la Lista 1025 del Partido Colorado, Hugo Acosta Penayo.
Observó que “el actual gobierno, al igual que el anterior, continúa con la tesis de que no se deben comercializar más automóviles de pasajeros diesel. El presidente de Ancap, Raúl Sendic, quien fue uno de los gestores de la idea de reemplazar los vehículos gasoleros por nafteros, estuvo en nuestra ciudad, y uno de los argumentos que empleaba era que vendría el gas y los vehículos pueden convertirse a aquel combustible, tal como sucede en Argentina. Ha pasado el tiempo y esos argumentos no han logrado convencer a los usuarios y muchos de ellos preguntan porqué si Sendic aconseja pasarse a la nafta, el gobierno y las intendencias continúan comprando para su flota vehículos gasoleros y porqué las intendencias no convierten su maquinaria pesada a nafta”.
Observó que “la intención de este gobierno progresista es corregir la matriz energética vehicular y tratar de balancear el consumo de gasoil con el de las naftas. Existe una razón técnica: de cada barril de petróleo que se importa se puede refinar determinado porcentaje de litros de combustible diesel y otro tanto de naftas. Como en Uruguay se consume más gasoil que naftas, la cantidad necesaria de gasoil para el abastecimiento local determina la producción de las naftas. En otras palabras, sobra nafta, la cual se debe vender al exterior a precios más bajos que en Uruguay como moneda de intercambio”.
“Entonces surgió la gran solución de los gobernantes de turno, de subir los impuestos a los automotores diesel para que no se vendan y así tener menos consumo. Seguro que no han tenido en cuenta que este sistema llevará muchos años para llegar a lo que desea el gobierno, pues los automotores a gasoil siguen circulando y consumiendo”.
Acosta Penayo acotó que en cambio “los países desarrollados, inspirados en la mayor durabilidad de los motores diesel, su menor precio de fabricación, mayor rendimiento y menor contaminación, cada vez producen y consumen más vehículos a gasoil”, y subrayó que “en el mundo desarrollado, según los informes especializados en la materia, desde hace unos 15 años el mercado automotor de Europa Occidental, es decir la Unión Europea más Islandia, Noruega y Suiza, registraba unos 12 millones de unidades nuevas por año, de las cuales el 17% eran diesel. Hoy con un promedio de 14 millones de unidades nuevas anualmente, los automóviles a gasoil representan el 50% de las ventas. Ese es solo el promedio, porque existen informes especiales donde se verifican situaciones puntuales tales como las de Austria con 62%, Bélgica 74,5%, Francia 71,4%, Luxemburgo 77%, Portugal 65,7%, España 68,2%, en donde de cada cuatro automóviles nuevos que se patentan, tres son con motores diesel, como los que Uruguay quiere prohibir”.
“Quizás sea hora de avisarle a quienes nos gobiernan que vamos a contramano del mundo y que además el biodiesel está reemplazando paulatinamente al gasoil. Tendrán que informarse”, reflexionó.
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