Opinion | 26 Ene El Instituto Nacional de Carnes (INAC) organizó un asado en la Antártida. Fue en la base de nuestro país, que es la única que cuenta con parrillero y se colmó con el olor de la tradicional comida local y el sabor de las ricas carnes uruguayas.
Según el presidente del instituto, Alfredo Fratti, este almuerzo no solo impulsó la confraternidad con el personal de otras naciones sino también la posible venta de carnes a nuevos compradores.
Explicó que todos los años la institución dona carne para la base y que en esta ocasión la idea fue realizar un almuerzo de camaradería con las distintas bases apostadas en el continente helado. Entre los eventuales compradores participaron los representantes de las bases de la Federación Rusa, Corea del Sur, China y Chile.
El INAC es una organización creada para asesorar al Poder Ejecutivo y actualmente su misión se centra en promover actividades y formular estrategias que agreguen valor a la cadena cárnica, mejorando su eficiencia y competitividad, en los sistemas de producción, industrialización, comercialización, almacenaje y transporte. Para ello, identifica los temas prioritarios de investigación y desarrollo en las áreas de servicios técnicos a la cadena agroindustrial, mercado externo y doméstico. Asimismo, es el responsable de la promoción de las carnes uruguayas en el mundo y del control de calidad comercial de los productos que se exportan. Y lo está haciendo con éxito pues la carne continúa encabezando nuestros principales productos de exportación, mientras que otros como el cuero y la lana --que eran los principales exportados en 2001-- perdieron relevancia en 2011 años después dando lugar a nuevos productos como la soja y el trigo, que ocupan los primeros ranking del 2011.
En cambio, la carne bovina no solo ha ganado participación sino que se ha consolidado como principal producto de exportación en 2011. Mientras que en 2001 este producto explicaba el 10% de las exportaciones, once años después representa el 16% de las colocaciones totales de Uruguay en el exterior.
Este buen posicionamiento seguramente se debe a una serie de factores externos e internos pero es indudable que las políticas del INAC --que se vienen desarrollando desde hace décadas-- son relevantes y si bien es habitual que este instituto participe en distintas ferias internacionales y desarrolle distintas actividades promocionales, el asadito en la Antártida es realmente innovador. Apuesta al boca a boca desde “el fin del mundo” y representa una muestra de creatividad digna de imitarse en otros rubros de la producción exportable del Uruguay.