Paysandú, Martes 31 de Enero de 2012
Locales | 29 Ene La llave giró en el sentido de las manecillas del reloj solo una vez. El motor se encendió y se escuchó el clásico sonido de un motor de moto.
Pero en realidad el vehículo que había sido encendido era un Suzuki Alto, que en lugar de su motor original (a gasolina de tres cilindros en línea que desarrolla 68 CV de potencia máxima) tenía instalado el Prototipo 6 del Motor Borges rotolineal.
En una calurosa tarde de enero, en un barrio de Fray Bentos, donde vive Angel Borges, EL TELEGRAFO comprobó que el prototipo de motor rotolineal de 450 cc, con un carburador de una moto de 125 cc, está instalado en el vehículo producido por el fabricante japonés y que está en condiciones operativas.
El prototipo producido de forma artesanal por Angel Borges, su inventor, se enfrenta aún a varios desafíos, especialmente por la falta de presupuesto e instalaciones para desarrollar la investigación, pero está operativo e incluso fue sometido a un “road test” elemental, con Borges al volante y el director de EL TELEGRAFO, Alberto Baccaro como acompañante, recorriendo el barrio. Borges, preocupado por el intenso calor, quitó para la prueba el capot, dejando al descubierto el motor. Además “agregué aceite para facilitar la lubricación y mejorar su performance en estas altas temperaturas”.
El Prototipo 6 es motorizado por “menos de la mitad de la cilindrada del motor original concebido para el Suzuki Alto” y al mismo tiempo “la carburación es también la mitad de la capacidad de admisión que tiene el motor rotatorio”, pero mueve el automóvil cuyo peso original es de 1.185 kilos (a lo que hay que restar el peso del motor, que fue quitado y suplantado por el rotolineal Borges) aunque a una velocidad no superior a los 30 kilómetros por hora en el “road test” realizado. Aún así, demostró tener un gran torque, moviendo facilmente al coche en quinta marcha a menos de 1.500 rpm.
Empero, debe tenerse en cuenta la elevada temperatura, pues la configuración del habitáculo donde fue colocado el motor rotolineal, que utiliza parte de la tecnología Suzuki, aprovechando el embrague, deja poco espacio para su refrigeración.
Borges sostiene que el motor, en diferentes condiciones ambientales o mejorando la ventilación, puede rendir mayores velocidades pese a las diferencias de cilindrada.
“Es un prototipo hecho artesanalmente, acá en mi taller. Si fuera hecho o tuviera el respaldo de una fábrica, con las mejoras en materiales y esas cosas sin dudas su rendimiento sería mucho mayor”, agregó Borges. La siguiente etapa es mejorar diferentes aspectos, sobre los cuales Borges prefiere no comentar, para continuar con la planificación de investigación y mejora del prototipo, que al menos se encuentra ya en etapa de rodamiento, ubicado en un vehículo de tipo compacto.
El motor Borges rotolineal es un motor a pistón, pero a diferencia de los convencionales no tiene cigüeñal, tapa de cilindro, árbol de levas, válvulas, engranajes, cadenas ni resortes.
Tiene solamente cuarenta piezas, de las cuales solo cinco son móviles, logrando con ello una explosión por cada giro de doble expansión, o sea igual que un motor dos tiempos como los que impulsan a las motocicletas que mezclan nafta con aceite. De ahí precisamente que se escuche como si fuera un motor de moto.
Pero en realidad durante un giro completo realiza todas las fases de un motor convencional de cuatro tiempos, por lo que con apenas dos pistones alcanza una rendimiento teórico de un cuatro cilindros, con cuatro o cinco veces menos piezas que este último.
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