Deportes | 30 Ene No termina hasta que termina. La última palabra no está dicha hasta que todo se acaba. Eso es el fútbol. Pero más allá de eso, está claro que la selección mayor del fútbol sanducero está para campeón. Tiene todo para quedarse con el título del Litoral Norte.
Después, lógicamente, habrá que ver qué sucede. Porque así son las cosas. Hasta le pasa al Barcelona, el mejor equipo del mundo que, aunque parezca increíble, y por más que tenga de hijo a su archirrival Real Madrid, parece perder en manos de los merengues el título de la Liga Española. Pero volviendo a esta parte del mundo, este Paysandú es candidato.
Pero está bien que Ramón Silvera y los suyos digan que no se consideran de esa manera. Está bien porque saben que no pueden subirse al carro del triunfalismo previo, sino que tienen que trabajar, mejorar y demostrar que la planificación, que el trabajo realizado a conciencia, pueden dar los frutos pensados en primera instancia.
Pero por otra parte decir que se es candidato no significa que se tenga asegurado el título. Porque de lo contrario habría que bajar la persiana en forma temprana. Decir que este Paysandú es candidato significa que tiene todo para ser campeón; que sabe lo que hace, que tiene un riquísimo material dentro de su plantel como para pelear arriba. Y que tiene un técnico que no come vidrio, que ha aprendido de los errores cometidos en etapas previas al frente de la selección.
Y este plantel de Paysandú ha demostrado que va por el buen camino. Es verdad que le falta, que puede dar mucho más. Pero también es verdad que se ha ido adaptando a la realidad de los partidos, y que cuando las cosas no han salido como esperaba se mostró aplicado, intentando mantener la calma en búsqueda del objetivo.
Se podrá decir que Rivera jugó poco y se llevó dos puntos de oro del Estadio Artigas, pero es problema de Rivera; o que Artigas perdió la cabeza, y es problema de ellos. O que no está Salto en el torneo, y es problema de los salteños. Paysandú viene haciendo lo que tiene que hacer. Y sabe cuál es su problema: corregir algunos aspectos, mejorar la puntería, seguir afirmándose en el fondo, continuar sumando fútbol e intentar vencer a todo rival que se le ponga enfrente, de local o visitante. Porque el gran objetivo es el título.
El problema de Paysandú es alzar la copa. Y tiene en este plantel la solución a ese problema. Será cuestión de ver, con el paso de los partidos, si puede ponerla en práctica. Porque el traje de candidato, pase lo que pase, lo tiene puesto.